Donald Trum llegando y haciendo un Donald Trum al amenazar con aplicarle a México, Canadá y China un 25% de impuestos para que se eduquen porque ya llegó el sheriff del Condado. De volada, la ultraderechairiza en éxtasis ya querían matar un guajolote pero no para hacer un mole sino para celebrar el Tanksgiving como Trum manda. Una cosa muy bonita porque en medio del valle de lágrimas en el cual vive la oposición, puede celebrar aunque alguito luego de tanta derrota.
Es lo que fue a hacer Alititiito Moreno a la casa del gran Pepe Mújica: a formar parte aunque fuera como polizón de la celebración de un triunfo electoral de la izquierda al que no entiende y abomina. Pero ahí estaba el perdedorzazo de campeonato gozando algo que no conocerá en carne propia. Hasta el botox se le borró. Y claro, puso a trabajar a sus bots para propagar sus alegrías robadas y hacernos creer que con Mújica el encuentro fue fraterno. Más cursi y autocomplaciente, imposible.
Y es que la derecha está tan del nabo, que hasta Alazraki, con los ojos de toro loco, le dijo al muy poquita cosa de Jojojorge Romero que la oposición necesita un López Obrador. Pobrecito, Markititito Cortés 2 hizo ¡Plop¡ como Condorito. Sobre todo porque en la Opo no hay nadie que pudiera ser el AMLO de los conservas en almíbar y menos Jojojorgito que la única manera que tendría para ganar algo de rating, sería regresar al origen de Acción Nacional que, además de defender los intereses oligárquicos, le daba asquito la corrupción priista. Y para eso, el muchacho chicho del partido gacho, tendría que mandar al tambo a los del Cartel Inmobiliario del PAN, empezando por él mismo. Sería un pequeño paso para la humanidad, pero un gran paso para exorcizar al derechairismo sin atributos.
Digo, en lugar de ponerse al borde de un ataque de antipatriotismo rogándole a Trum que trate a México como a Vietnam o Afganistán, deberían de armar actos transgresores. Pero no como el ChikiliQuadri yendo a inscribirse a los apoyos del Bienestar que fue más bien ridículo, ni a la manera de Alessandra Rojo de la Vega -la alcaldesa priista en Cuautémoc- que, para demostrar que podía ser mejor que su antecesora Sandra Baticuevas, se disfrazó de la Mujer Maravilla. El chiste se cuenta solo.
Si la derecha de veras quiere sobrevivir, que se vista de patriota y le declare la guerra a Trum, que espete que esos aranceles le van a costar sangre, sudor y lágrimas, que chiquita no se la a acabar. Es mucho pedir.