SER CATASTROFISTA: Es la mejor manera de maximizar la ansiedad. Ante una situación difícil, las personas catastrofistas siempre imaginan el peor escenario posible.
2. EXAGERAR LO NEGATIVO Y RESTARLE VALOR A LO POSITIVO: Normalmente estas dos características van de la mano y contribuyen a generar un estado de ánimo depresivo.
El mejor ejemplo sucede cuando dice algo positivo y automáticamente utiliza la palabra “pero” para introducir algo negativo.
Antes que reforzar el componente negativo o restarle valor al positivo, al menos, en su evaluación, deles el mismo peso.
3. CREER QUE SABE LO QUE PIENSAN LOS DEMÁS: Mejor que creer saber las motivaciones y/o razones que las personas tienen para actuar cómo lo hacen, asuma que el pensamiento de los demás es algo que escapa de su control.
4. PRETENDER SER SIEMPRE UN EXPERTO: Es la receta ideal para generar estrés, ya que lo obliga a estar siempre a la defensiva.
Antes que aceptar que el error no es una opción para usted, asuma que equivocarse forma parte de la vida.
5. LOS “DEBERÍA”: Es un patrón de pensamiento muy común que genera culpabilidad y enfado. Los “debería” suponen la existencia de reglas inquebrantables tanto para usted como para los demás.
La culpabilidad surge cuando usted rompe las reglas, y el enfado cuando los demás las quebrantan.
Pero no olvide que el concepto que usted tiene sobre lo que debería y no debería ser el mundo es solo suyo, y que la otra persona puede tener un concepto diferente, aunque totalmente válido.
6. CULPAR: Ocurre cuando se siente responsable del sufrimiento de los demás, o bien cuando responsabiliza a los demás por su propio sufrimiento.
Acepte que cambiar a los demás o cambiar las circunstancias que lo rodean no es siempre una tarea fácil y/o posible, y que lo único que puede cambiar es a sí mismo.
No caiga bajo la influencia de ninguna de esas formas de pensamiento autodestructivo; sea consciente que esas maneras de pensar existen y forman parte inherente de su pensamiento cotidiano.
Cuestiónelas y evítelas. Aprenda a anticiparse a esos pensamientos y a transitar por un camino diferente. Autor anónimo.
Amigo lector, ¿qué opina?