El director técnico de un equipo de futbol tiene su relevancia; hasta le hemos dado importancia de más. Su primera función es no estorbar.
Recordemos a Maradona y a Messi. ¿A estos personajes qué les enseñaron sus entrenadores?
Toluca terminó en segundo lugar de la tabla general y despidió al entrenador.
¿Qué les desagradó? Si tenía la cláusula de tener que ser campeón, entonces se les comprende pero no han informado tal requisito.
Ahora han llamado a Mohamed para adornar el entorno. Este simpático argentino tiene sus cartas credenciales en orden.
Monterrey retiró a Fernando Ortiz para, se supone, mejorar. Perdieron en su estadio la final y no se detecta una verdadera mejoría de un semestre a otro.
El Santos buscó con afán a Ignacio Ambriz y hasta resultó peor.
Le podemos seguir enumerando uno y otro equipo con su respectivo entrenador y nos vamos a encontrar la misma situación.
El flamante América está encantado con Jardine porque gracias al entusiasmo de la institución empezando con el gran apoyo económico se han distinguido por encima de todos. Aquí surge la pregunta:
¿El entrenador era un mal estratega cuando estaba en San Luis Potosí?
Pensemos en cualquier equipo del mundo, los que estén bajo nuestro conocimiento, y nos vamos a encontrar la misma situación. Idéntica conducta en todos los deportes.
La clave está en tener calidad en varios rubros: presupuesto, plantel, infraestructura, decisiones.
El Santos va a tener, otra vez, su prueba de fuego.
Contrataron a Fernando Ortiz para cubrir un hueco que no han sabido ocupar.
Tanto entrenador que ha circulado por la empresa suena más a desperdicio de dinero y de tiempo que a proyecto.
Es el nunca acabar de cualquier empresa de este giro. Ya es tan usual el cambio de entrenador que hasta lo admitimos como parte esencial de la vida misma de las instituciones.
El que sale, ya no vale, el que entra tiene todo a su favor por un tiempo corto.
El entrenador no juega y por más deseos que externe e instrucciones que imparta, si no existe calidad en sus jugadores, nada bueno obtendrá.