Tiempo de asumir

Ciudad de México /
Legisladores de la 4T. JESÚS QUINTANAR

Al cierre de año, es inevitable el balance de lo acontecido. El 2024 habrá de ser consignado como un momento de quiebre en la historia nacional. Los problemas de siempre persisten y algunos se agravan. Después de elecciones alejadas del código de imparcialidad al que en otros tiempos estaban sometidos el gobierno y la Presidencia de la República se dio un resultado claramente favorable al oficialismo, producto de la interferencia y la popularidad presidencial, potenciado por la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados.

Lo dramático no fue la elección, sino lo que desencadenó: un precipitado colapso de principios fundamentales propios de una república democrática.

Sorprende la facilidad y la rapidez de todo el proceso. Se explica en parte por el desgaste de la oposición a lo largo de seis años y la magnitud del desastre electoral. El músculo opositor de otras épocas estuvo ausente. La Constitución se ha modificado sin resistencias. La democracia ha dejado de ser, en su sentido convencional, catalizador de un poder político acotado, desconcentrado y dividido.

La institucionalidad electoral ha sido afectada, pero hasta hoy no se ha modificado el sistema de representación y las libertades persisten. Mantener el régimen de elecciones justas y razonablemente organizadas por autoridades profesionales e imparciales debe ser el objetivo presente y futuro. También la defensa de la pluralidad en la integración de los órganos de representación. Debe preocupar que el desaseo que anticipa la elección de juzgadores se vuelva precedente que afecte la calidad y confiabilidad de nuestros procesos. La democracia electoral cuesta, pero como bien se ha dicho, es considerablemente más oneroso su deterioro.

La agenda adelante apunta a un escenario complejo. Así lo anticipa el estado de las finanzas públicas, el bajo crecimiento económico, las presiones del exiguo presupuesto, sobre todo en seguridad, salud, educación, migración y el entorno internacional, esto último merced al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, dispuesto a hacer lo que no quiso o no pudo en su primer periodo. Toca asumir: el futuro que le depare a México la circunstancia actual, ya sin contrapesos, será responsabilidad del llamado segundo piso y de sus operadores.


  • Liébano Sáenz
  • Abogado, administrador, funcionario público, columnista y analista político mexicano /Escribe todos los sábados su columna Paralaje.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.