En los estudios territoriales se debate constantemente sobre las causas y consecuencias de la producción social del espacio. Siempre partiendo de uno de los dos conceptos en juego: hay quienes sostienen que la forma urbana deriva directamente de las prácticas sociales, frente a otros que piensan que las prácticas sociales responden a las configuraciones urbanas. La premisa principal de la lógica social del espacio se apoya en la idea de que ambos conceptos derivan uno de otro y se retroalimentan mutuamente. Las formas arquitectónico-urbanas y las dinámicas sociales se coproducen, unas son las causas y al mismo tiempo las consecuencias de las otras. Tal como lo afirma Doreen Massey: “Lo social se produce espacialmente y lo espacial se produce socialmente”.
Estos pensamientos son muy difíciles de explicar a las personas involucradas directamente en la producción arquitectónico-urbana, ya que en general les cuesta mucho trabajo visualizar sus diseños convertidos en realidades sociales. También dentro de la educación universitaria occidental es muy difícil discutir conceptos que no sean opuestos y que existen en entornos en los que no se pueden distinguir las causas de los efectos.
Sabemos de sobra que la arquitectura es un fenómeno contingente, que depende de su entorno físico y social, por esto, la mayoría de los arquitectos dejamos hace tiempo de pensar que nuestro trabajo determina el comportamiento social de las personas. Sin embargo, como el diseño se materializa, sí tiene la capacidad de prefigurar el modo como podrían ser las cosas si la realidad futura fuera distinta a la actual. En pequeñas dosis, lo que se construye ahora deja entrever cómo serán los entornos construidos en el futuro. Todo ello recuerda el elocuente título de un libro de Reyner Banham, escrito en 1978: Megaestructuras: futuros urbanos del pasado reciente, que trata sobre la contracultura arquitectónica de aquellos años.
Tangente
En 1984 Julienne Hanson y Bill Hillier escribieron un interesante libro titulado La lógica social del espacio (The Social Logic of Space), un trabajo que desgraciadamente no ha sido retomado por muchos investigadores posteriores.