Todas las semanas Edd Gent escribe un artículo en Singularity Hub y siempre son muy interesantes -y siempre adelantados a nuestra realidad-. Edd es un escritor independiente, localizado en Bangalore, India y dedicado a escribir sobre Ingeniería, Computación y Biología y particularmente cómo se interconectan entre ellas.
Esta semana nos comenta sobre un artículo publicado en Nature, que versa sobre la búsqueda incesante de cómo conectar la tecnología con los seres humanos, de manera que sea un vehículo para mejorar la salud y nuestra vida cotidiana.
Nos narra la investigación sobre un nuevo “plástico eléctrico” que permitirá generar enlaces neuronales en tiempo real, así como la fabricación de implantes médicos, que puedan integrarse a nuestro cuerpo sin rechazo.
Las características de los plásticos que conocemos, son generalmente rígidos y duros, y algunos contienen metales tóxicos. Se ha trabajado arduamente en soluciones para diseñar una “electrónica blanda”, pero ha sido complicado localizar y diseñar materiales que sean duraderos, energéticamente eficientes y sobre todo fáciles de producir.
Dentro de la categoría de materiales ferroeléctricos blandos que han sido exitosos, se encuentra el fluoruro de polivinilideno (PVDF), que se ha utilizado en productos comerciales como sensores portátiles, imágenes médicas, dispositivos de navegación submarina y robots blandos.
Pero las propiedades eléctricas del PVDF pueden descomponerse cuando se expone a temperaturas más altas, y se requieren altos voltajes para invertir su polarización.
Investigadores de la Universidad Northwestern dijeron a Nature, que han demostrado que la combinación del material con cadenas cortas de péptidos, puede reducir drásticamente los requisitos de energía y aumentar la tolerancia al calor, esto, además los hace biocompatibles.
Esto significa que podría usarse en todo, desde dispositivos portátiles que controlan los signos vitales hasta implantes flexibles que pueden reemplazar a los marcapasos.
Estamos aún lejos de utilizar cotidianamente estos polímeros orgánicos, pero la ciencia y el desarrollo acelerado por la Inteligencia Artificial, acortaran los tiempos de investigación y nos pondrán a disposición este tipo de materiales, que una vez más van a revolucionar nuestra vida cotidiana.