¡Libertad, Igualdad y Fraternidad!, exclamaron con enjundia los revolucionarios franceses en 1789 y todavía no se desvanecía de sus mentes la bonita eufonía del tercero de estos filosóficos conceptos, cuando le empezaron a cortar las cabezas a reyes, príncipes, y plebeyos, hasta completar 16,000 personas de todo tipo y condición social, en lo que se conoció como el “Reinado del Terror”.
El ideológico lema cruzó el Atlántico y junto con las ideas revolucionarias francesas fue adoptado por Haití, país que en 1804 consiguió su independencia, paradójicamente de la misma Francia, y pasó a la historia como la primera colonia de América Latina en lograrlo y también del mundo como “república negra” en ser independiente.
De ahí, como reguero de pólvora se multiplicaron en América y el mundo otros movimientos libertarios, nacidos del espíritu crítico de “La Ilustración”, que abogaba porque sólo con el conocimiento se podría conseguir La Libertad, combatiendo la ignorancia, la superstición y la tiranía.
En Chile se adaptó: “Patria y Libertad”, lema que luego República Dominicana incluyó en su Constitución añadiéndole el toque religioso con: “Dios, Patria y Libertad”, y así, el concepto de “Libertad” se ensambló con todo tipo de ideales como:
Democracia, Igualdad, Equidad, Inclusión, etc.
En México, lo mismo que en su fecha hacen en cada país del mundo, acabamos de festejar con bombo y platillo nuestras Fiestas Patrias, en las qué, conmemoramos el aniversario de nuestra Independencia y nuestra Libertad.
Revisando lo antes dicho, no puedo evitar preguntarme si en efecto somos independientes y sobre todo, si realmente somos libres.
Un viejo refrán reza que “el que debe, debe su vida”, y tal vez, aunque sin los extremos del Shylock shakesperiano y su libra de carne, de algún modo hoy todos les debemos a shylocks como el BM o el FMI.
Que cobran sus créditos en horas - trabajo, siempre devaluadas por la eterna inflación mundial.
Por no hablar de una relativa libertad que hoy solo existe hasta donde nos lo permite una información manipulada por medios y redes sociales.