Enigmas que son formas

Ciudad de México /

Sea el poema de Rubén Darío “Filosofía”: “Saluda al sol, araña, no seas rencorosa./ Da tus gracias a Dios, oh sapo, pues que eres./ El peludo cangrejo tiene espinas de rosa/ y los moluscos reminiscencias de mujeres.// Sabed ser lo que sois, enigmas siendo formas;/ deja la responsabilidad a las Normas,/ que a su vez la enviarán al Todopoderoso…/ (Toca, grillo, a la luz de la Luna; y dance el oso)”.

Sean ahora Darío y una visita casual al Museo de Geología de la UNAM. Hay un fósil en forma de abanico que bien puede tener la forma del que utiliza la Marquesa Eulalia, en otro poema de Darío, para ponérselo sobre el rostro y quitárselo mientras va lanzando descolones verbales a sus pretendientes. O hay un caracol que tiene la forma de corazón, como el del poema de Darío que así termina. 

Sean de nuevo Darío y el Museo de Geología, pero ahora de este modo: su poema sobre los enigmas que son formas crea correspondencias sólo entre animales y vegetales; lo que encontré en el Museo me reveló, digamos, cómo formas minerales se correspondían juguetonamente con las otras formas. 

Hay una Estilbita con la cara de cerdito, con “carne” blanco-rosácea y cola de camarón. La Mesolita tiene un penacho de ave, con finísimos flecos plateados; se da el lujo de ser también una concha de vieira puesta en pie. La Aragonita es a un tiempo cerebro y coliflor. La Fluorita-dolomita vista desde un ángulo tiene arbustos agrestes calados en la montaña; desde otro ángulo tiene rizos de borrego y cara risueña de manatí. La Mimetita es un campeonato de brócoli. La Apofilita es un cráneo con ojo de perfil y una trompa cuyo aspecto  final la vuelve velocirráptor, como los que hay en otra parte del Museo. La Rodocrosita es como un corte inmenso y rojo de carne animal. La Prehnita: un gordo gusano de cinco rollos que se arrastra por una hoja verde. La Okenita-girolita finge ser una bola de nieve de limón con un poco de merengue junto; pero su gran momento: es como si la cubrieran pieles blancas de armiño. 


  • Luis Miguel Aguilar
  • lmacx@prodigy.net.mx
  • Ensayista, narrador y poeta. Ganó el Premio del PEN Club México 2010 por Excelencia Literaria, y el Premio del Festival Internacional de Poesía Ramón López Velarde, en 2014. Publica todos los martes su columna El camaleón peripatético.
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