La participación de Jacqueline García Salazar en competencias internacionales de cálculo mental ha dejado una huella profunda en la comunidad.
Con tan solo siete años, esta pequeña prodigio tamaulipeca ha logrado lo que muchos consideran una hazaña extraordinaria: destacar a nivel mundial en un campo que requiere precisión, agilidad mental y disciplina.
El pasado 20 de julio, Jacquie compitió en el Campeonato Internacional de cálculo mental de ALOHA, celebrado en Madrid, España.
Allí, entre más de 600 niños de 20 países, se alzó con la copa Grand Champion, un reconocimiento a la excelencia por resolver 70 operaciones aritméticas en menos de cinco minutos.
Canadá, China, Alemania, Venezuela y Croacia, entre otros, enviaron a sus representantes; pero fue la tampiqueña quien demostró ser la mejor.
Este no es el único logro que Jacquie ha alcanzado, pues también participó en el Campeonato Nacional de ALOHA en Puebla -donde más de mil niños competían- también ganó el primer lugar en el Campeonato Regional consolidándose como una de las promesas más destacadas.
Pero el éxito no es casual. Detrás de cada triunfo hay un esfuerzo constante y una práctica disciplinada pues ella dedica entre 15 y 25 minutos diarios a practicar.
Este régimen de entrenamiento, junto con su amor por las matemáticas la ha llevado a superar sus propios límites y a destacar entre los mejores del mundo.
Para Jacquie las matemáticas son un juego divertido gracias al ábaco japonés, lo que ha sido fundamental en su éxito; y ALOHA Mental Arithmetic impulsó su desarrollo mental con aritmética 100% lúdica.
Cabe señalar que su hermano mayor, Gustavo Antonio García Salazar, ha sido una gran fuente de inspiración, ya que es tetracampeón mundial de cálculo mental y fue el primer tamaulipeco en ganar un campeonato internacional en esta disciplina.
Para la campeona, seguir los pasos de su hermano ha sido una motivación constante, y ambos han demostrado que el talento y la dedicación abren puertas y que el conocimiento es la clave del éxito.
“Como mamá, siento mucho orgullo, satisfacción y mucha felicidad de verla cumplir con sus objetivos y ver su carita inmensamente feliz, diciendo: ‘Sí lo logré, sí se pudo’” expresó la Dra. Jacqueline Salazar Luque.
Sin duda, la historia de Jacqueline García Salazar es un ejemplo de superación y un testimonio de que, con esfuerzo y dedicación, todo es posible.