¿Y los mercados tras el lunes negro?

Ciudad de México /

Tal y como lo escribí en esta sección la semana pasada, lo que se vivió en los mercados de Estados Unidos y que tuvo repercusiones globales, fue una enorme exageración. A partir de ese lunes negro, los mercados han recuperado paulatinamente las pérdidas que se originaron el viernes 2 y lunes negro del 5 de agosto.

Para esos movimientos tan bruscos de los mercados hubo dos disparadores: primero, el cambio drástico en la política monetaria de Japón; y segundo, la creación de empleos en EU durante julio.

Estos fueron eventos independientes que no tenían nada que ver entre sí, pero en este mundo global, pusieron en la mesa lo necesario para tener una tormenta perfecta; afortunadamente los mercados recapacitaron y con base en los datos económicos que han salido a partir de esa fecha, los índices bursátiles del mundo han logrado recuperar las pérdidas que trajo consigo esta terrible exageración. 

Lo que más nos preocupó de todo esto, fue que la economía más importante del mundo estuviera realmente entrando en recesión. Esta condición no es imposible de darse, sin embargo no es inminente, los más pesimistas ubican la probabilidad de que suceda en 30%, y si se diera, sería para finales del 2025; además no sería grave ni tampoco profunda. En los Estados Unidos, en promedio de los últimos 50 años, se da una recesión cada cinco años, pero a veces han pasado ocho sin que suceda. La última que vimos en ese país fue en el 2020 –año de la pandemia–, y claramente se explicó por dicho fenómeno; actualmente, enfrentamos un escenario distinto. La pandemia trajo como consecuencia muchos problemas, pero quizás el más importante fue que alentó la inflación que por bastante tiempo había sido muy controlada. La cantidad de recursos que se dieron como ayuda a empresas e individuos para poder sobrevivir. La enfermedad que cerró de cuajo muchas actividades económicas importantes generando desempleo y carencia de recursos a la población implicó sumas multimillonarias de dinero que acabaron finalmente alimentando la inflación en el mundo; igualmente la  pandemia afectó todos los canales de distribución, de tal forma que cuando empezó la recuperación no fueron capaces de enfrentar –en forma eficiente– la demanda de bienes. Los servicios que se habían cortado por la pandemia y que también alentaron el crecimiento de la inflación. La única medicina que se pudo aplicar fue subir las tasas de interés para tratar de detener este cáncer. que es la inflación. El camino hacia la normalidad que estamos alcanzando ahora, ha sido largo y difícil.

Aunque es cierto que la economía de EU está creciendo a menor ritmo, eso no significa que esté en recesión ni a punto de entrar a una, máxime que a partir del mes de septiembre empezaremos a ver bajar las tasas de interés en ese país, lo cual debería de empezar a estimular el ahorro, la inversión y el consumo que son los principales motores de la economía. Cuánto tiempo tomará que esto empiece a surtir efecto, no lo sabemos; pero lo que sí sabemos es que en el mediano plazo dará resultados, si éstos se dan más temprano que tarde se podrá evitar la recesión, si se tardan mucho entonces se podría dar, pero con poca profundidad y duración.

Los mercados rectificaron a tiempo la exageración de la situación económica en EU, pero esto nos debe llevar a la reflexión de que, antes de actuar, es preciso tener un análisis realista del acontecimiento.


  • Manuel Somoza
  • Presidente de CI Estrategias por Somoza Musi. Ejecutivo con más de cuatro décadas de experiencia en el sector financiero. Es economista de la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en Finanzas del Tec de Monterrey.
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