Una de las ciudades más “acuáticas” del país es Tampico. El novelista Jack London de los Estados Unidos que visitó el área como corresponsal de la cadena Hearst en 1914 y luego famoso novelista, al llegar y recorrerla exclamó que estaba ante “una Venecia” … y tenía razón.
Efectivamente, nuestra zona está rodeada de agua, desde los ríos Pánuco y Tamesí hasta el sistema lacustre que rodea la ciudad, de tal manera que casi es una península.
Lo paradójico es que no obstante, sufre periódicamente por falta de agua, ya sea por fallas en el sistema de distribución o por sequías que, como la de este año, ocasionó tan bajos niveles de captación que provocó casi el pánico y una discreta lucha por obtenerla.
El problema es consecuencia de la falta de una planeación a largo plazo para garantizarla y lo obsoleto del sistema de distribución que ocasiona continuas fugas y desbordes. Y la falta de mantenimiento.
El agua a nivel país, se ha reconocido finalmente que es una prioridad nacional, por lo cual se ha firmado el Acuerdo Nacional por el Derecho al Agua y la Sustentabilidad, firmado por la Presidenta del país, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena; el director general de la Conagua, Efraín Morales, todos los gobernadores en unión y por la jefa de Gobierno de la CdMx.
El documento tiene como objetivo garantizar el acceso equitativo al agua, reconocer su valor como un derecho humano y promover prácticas sostenibles para enfrentar la creciente crisis hídrica.
Es el acuerdo más importante que se ha firmado en México contando ya con el presupuesto correspondiente.
En la firma también estuvieron los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, directivos de la UNAM, del Instituto Politécnico Nacional, del Tecnológico Nacional de México y de la UAM.
Fueron invitados agricultores, campesinos, ganaderos, empresarios y varios miembros del Gabinete federal. La iniciativa se basó en el dramático diagnóstico presentado ante esos representativos y firmantes.
Se incluyó en ese diagnóstico la mención de que México tiene los ríos más contaminados del mundo. Uno de ellos el Pánuco, que desfoga las contaminadas aguas del Valle de México.
Solo faltó en el Acuerdo incluir que el agua doméstica debe ser potable, consumirla de la llave sin problema a la salud. Como en Dinamarca.