Desde un flujo vertiginoso y energético que promueve la sudoración y la fuerza, hasta una práctica reparadora y de ritmo pausado que se extiende profundamente a músculos y órganos, el Yoga puede ser lo que cada quien quiera que sea.
Así que para aquellos momentos en que las sábanas se rehúsan a soltarnos, el llamado Lazy Yoga es una excelente opción donde con estas cuatro posturas, podemos ya sea iniciar el día o cerrarlo antes de ir a dormir.
Supta Baddha Konasana, postura de la Diosa reclinada. Para practicar esta posición, acuéstate boca arriba y dobla suavemente las rodillas de manera que las plantas de los pies se toquen entre sí. Respira. Esta postura abre y relaja profundamente las caderas y estira ingles, rodillas y muslos. Además, estimula el corazón y mejora la circulación sanguínea.
Viparita Karani. Acostado, estira las piernas sobre la pared apuntando hacia el techo. Asegúrate que la pelvis quede a una altura superior a la de la cabeza, puedes colocar una almohada bajo la cadera para el efecto. En Viparita Karani el flujo de energía se invierte y se activa el sistema parasimpático con lo que el cuerpo entra en modo de regeneración y recuperación. No por nada se le llama la fuente de la eterna juventud.
Supta Matsyendrasana, postura del Giro reclinado. Acostado con las piernas estiradas, dobla la rodilla derecha y crúzala hacia el lado izquierdo del cuerpo. Abre el brazo derecho hacia la derecha, manteniéndolo alineado con sus hombros. Descansa la mano izquierda sobre la rodilla derecha o extiéndela para formar una T con los brazos. Gira las palmas hacia el techo y la cabeza hacia la derecha, llevando la mirada por encima del hombro hasta la punta de los dedos. Este suave giro mejora la digestión y la flexibilidad de la columna, ayuda con la ciática y el insomnio, siendo también una postura desintoxicante.
Savasana, la postura del Muerto. Esta postura reconstituyente implica básicamente acostarse boca arriba con las piernas extendidas y abiertas. Los pies caen hacia afuera y los brazos a los lados con las palmas hacia el cielo en señal de rendición. Cierra los ojos y suaviza la respiración. Más que una postura, Savasana es una técnica de meditación para “disolver” la mente. Representa la rendición completa, el abandono del cuerpo físico, de la mente dual.
marien@caminoamarillo.net
@marien_caminoa7