Recupera masa ósea y así evitarás fracturas

Ciudad de México /

Una persona es capaz de construir más hueso del que pierde hasta aproximadamente los 30 años, después de los 35, la destrucción de hueso supera la construcción, con lo que sobreviene una pérdida gradual de la masa ósea que se acentúa en el caso de las mujeres una vez que disminuye la producción de estrógenos, haciéndolas propensas a fracturas, especialmente de cadera, columna y muñecas.

Como explica el portal clevelandclinic.org, hay una relación directa entre la falta de estrógeno durante la menopausia y el desarrollo de la osteoporosis: “Tanto en hombres como en mujeres, la densidad ósea disminuye alrededor de un uno por ciento al año después de los 35 años, pero en la menopausia disminuye alrededor de un 10 por ciento en muy poco tiempo. Después de la menopausia, la reabsorción de los huesos (destrucción) va más rápido que la construcción de hueso nuevo”.

Resulta que el hueso se dobla cuando se carga, y es que estas estructuras contienen pequeños orificios que se conectan a través de canales. Cuando un hueso se dobla, el fluido de los canales pasa del lado comprimido del hueso al otro lado y empuja los osteocitos o sensores de tensión, activándolos. Esto envía una señal a los osteoblastos para que construyan más hueso, de ahí que el ejercicio que involucra carga sea el mejor para este efecto.

ILUSTRACIÓN: Moisés Butze

El yoga entonces, junto con la alimentación y la suplementación, sobre todo de vitamina D, es una gran manera de prevenir y combatir la osteoporosis en tanto que el practicante, en muchas de las posturas, carga su propio peso. De acuerdo al libro “Yoga para la osteoporosis”, del Dr. Loren Fishman: “El yoga pone más presión sobre los huesos que la gravedad. Al oponer un grupo de músculos contra otro se estimulan los osteocitos”.

Hablando de la pérdida de hueso en la cadera y la base del fémur, Utthita Parsvakonasana, la postura del Ángulo lateral extendido, es particularmente buena al estimular el hueso de esta sensible área del cuerpo. Las posturas sentadas de torsión como Marichyasana, la postura del sabio Marichi, hacen maravillas para la articulación de la cadera porque requieren una amplia gama de movimientos, lo que aumenta la movilidad. Finalmente

Utkata Konasana, la postura de la Diosa, mejora la densidad del hueso del fémur al aplicar presión y tensión en la cadera. 

(Con información de clevelandclinic.org, yogajournal.com y milenio.com)


  • Marién Estrada
  • infocaminoamarillo7@gmail.com
  • Periodista egresada de la Universidad Iberoamericana, especializada en temas de cine y conciencia. Desde 2015 escribe la columna "Mente y Cuerpo Sanos" en Milenio Diario. Es autora de "Yoga en tiempos sociales".
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