Para nadie es desconocida la penetración que grupos de delincuentes tienen en administraciones municipales del todo el país, no solo en las áreas de seguridad sino también en áreas de gobierno y no se diga en el control de actividades propias de las áreas de Fiscalización o en la ejecución de obra pública donde las autoridades saben que no solo lavan dinero producto de sus actividades sino también buscan apoderarse del recurso público.
Operativos como el que se dio a conocer recientemente en donde fueron detenidas varias autoridades del Estado de México y que llevó a que un jefe policial se quitara la vida en el momento en que se le hacía saber su detención deberían ser la constante en el país pues si bien es cierto que pueden darse complicidades por parte de autoridades sin escrúpulos que llegan al poder mediante el voto popular, también abundan los casos de presidentes municipales que se ven rebasados por los grupos de delincuentes que operan en sus demarcaciones.
En todo el país no ha pasado de meras declaraciones las sospechas respecto a que en algunos municipios operan autoridades que tienen relación con criminales que operan en sus zonas, desde la campaña (sin que esta sea la primera vez que sucede) ya hubo un llamado a los partidos políticos a buscar perfiles alejados de los delincuentes, e incluso intentos de grupos del crimen que se acercaron a algunos partidos ofreciendo pagar la campaña completa y el triunfo asegurado a quienes aceptaran postularlos.
Lo delicado es que en apariencia algunos lo consiguieron, pues también se dio a conocer que aparentemente había investigaciones en contra de autoridades electas por sus vínculos con agrupaciones ligadas al crimen organizado. Ello representa un grave escenario, pues pasaron de ser quienes infringen la ley a gobernar, y esto lleva a perder el control de cualquier intento de devolver la paz a México pues cómo confiar en una “autoridad” que obedece a intereses ajenos a los ciudadanos.
Si se desea poner orden, lo primero que tenemos que tener en nuestro país son autoridades confiables, más allá del combate a la corrupción que no debe de fenecer es importante combatir el que delincuentes tomen las riendas de los gobiernos pues entonces el país se nos habrá ido de las manos…