Juventud vs experiencia

Puebla /

Ya hubo muchas críticas al combate del viernes pasado entre Mike Tyson y Jake Paul, por lo que trataré de comentar sobre lo que considero rescatable del evento, independientemente de que, al estilo de los Estados Unidos, evidentemente fue un espectáculo con fines comerciales y de consumo, por lo que a nadie debería sorprendernos, más allá de los resultados que ahora juzgan quienes inflaron el show business.

Me parece que, en una contienda entre juventud y experiencia, en una actividad física que requiere agilidad, condición, velocidad y fuerza, la ventaja en términos atléticos sin duda debería ser siempre para el más joven como parte de la naturaleza biológica.

Si lo hicieron por negocio, estaba arreglada o fue puro show lo cierto es que, para un hombre de 58 años retirado desde hace muchos años, se requiere mucho valor para pararse frente a un joven que está en plenitud de sus facultades, tiene más alcance y está en óptimas condiciones. Cuando menos exponerse a que le propinen algunos duros golpes no cualquiera lo hace.

Por si fuera poco, la reverencia que Paul le brinda a Tyson al final, así como sus declaraciones de admiración por su trayectoria, hablan de la caballerosidad y respeto de un joven ante un mayor que en algún momento fue su inspiración, como él mismo lo dijo.

La respuesta del campeón en retiro de estar satisfecho por haber concluido la pelea de pie, pese a haber estado cerca de morir hace algunos meses, es mucho más que admirable.

Son ridículos los videos que muestran las redes en los que comparan los entrenamientos previos de Tyson con su desempeño en el cuadrilátero. Cualquiera que sepa un poco de boxeo sabe que atacar a un sparring que te está preparando para sacar lo mejor de ti es completamente diferente a un rival más alto, de mayor alcance, 30 años menor, con una defensa extraordinaria que por ningún motivo permitiría que lo dañaran.

Las piernas de Tyson eran el claro indicador de su edad, amén de su cansancio cada vez que regresaba a la esquina, aunque su tren superior lucía espectacular y musculoso para un “viejo” de su edad, mientras su rival prácticamente estaba entero, salvo un par de golpes que seguramente algún dolor le causaron.

Quedémonos con la expresión de respeto y convivencia que simbólicamente nos puede brindar este pleito o espectáculo arreglado, en un mundo donde los jóvenes y los viejos podemos competir o complementarnos y respetarnos siempre con un apretón de manos.


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.