Más allá de los buenos deseos

Monterrey /

Además de comedera, los próximos días estarán colmados de un montón de buenos deseos que nacerán muertos, porque para comer saludable, aprender un idioma, montar un negocio o leer un libro semanalmente, se requiere fuerza de voluntad y disciplina.

Y, justamente, para que usted tenga a mano una ruta corta y efectiva para cristalizar sus buenos deseos, en esta última entrega del año le recomiendo un texto que no tiene desperdicio, aunque su título suene horrible: Hábitos Atómicos, de James Clear.

Aunque es probable que el libro lo encuentre entre los de autoayuda y desarrollo personal, éste no es un bestseller ordinario, porque Clear se vale de un enfoque riguroso y práctico para formar hábitos, combinando investigaciones probadas de la psicología, la neurociencia y la biología,dándole una base científica a sus propuestas, las cuales expresa de una manera sencilla para poder llevarlas a la vida diaria desde una perspectiva que pone el acento en los sistemas y procesos diarios y no en los objetivos a largo plazo, que es donde la voluntad, por lo regular, hace agua.

En las poco más de 300 páginas, Clear intercala enseñanzas en las que Sócrates, Aristóteles, Platón o Víctor Hugo hablan de algunas vías para formar hábitos que brindan la posibilidad de hacer nuestra vida más productiva y satisfactoria.

De Sócrates, por ejemplo, recoge su método (mayéutico) para lograr hacernos preguntas inteligentes que conduzcan a identificar la causa de ciertos hábitos y, de ser necesario, la vía para cambiarlos. De ahí que, por ejemplo,en lugar de preguntarnos, “¿Por qué no logro dejar de procrastinar?”, podríamos indagar qué me lleva a hacerlo y cómo puedo prevenirlo. Del “somos lo que repetidamente hacemos” de Aristóteles, Clear amplía la idea argumentando que los resultados que obtenemos en la vida son el producto acumulativo de nuestros hábitos diarios, proponiendo algunas tácticas para ello.

Más allá de las referencias, las estrategias le dan el valor práctico a la obra. Por ejemplo, la regla de los dos minutos, el apilamiento de hábitos y la técnica de identidad, son técnicas que pueden ser inmediatamente accionables y generan resultados visibles en el corto plazo.

Dicho lo dicho, usted puede hacer realidad sus buenos propósitos decembrinos hincándole el diente a los Hábitos atómicos, de James Clear.

Y como a mí también me toca descansar, nos vemos el 11 de enero en este mismo espacio.

  • Pablo Ayala Enríquez
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