Pobres de las Chivas, el equipo de futbol más popular de México. Cuando no es una cosa es otra, pero nomás no pueden encontrar la estabilidad que hace falta para tener un proyecto deportivo realmente competitivo y ganador.
Este club no tiene problemas de dinero. Lo mantiene el heredero de Jorge Vergara, Amaury, quien maneja el emporio Omnilife que fundó su padre. Si bien no dispone del presupuesto que sí manejan los Rayados del Monterrey, los Tigres y el América, cuenta con fondos suficientes temporada tras temporada para darse ciertos lujos.
Como su mercado futbolístico es muy reducido, pues solo pueden jugar en el equipo jugadores de nacionalidad mexicana (no naturalizados, además), han invertido en grandes figuras del futbol internacional para hacerse de un cuerpo directivo y de entrenadores de primer nivel. Lo han hecho desde los primeros años del señor Vergara y su hijo ha recorrido esa misma ruta en los últimos años.
Pero las apuestas de Amaury no le han redituado campeonatos y sí un tipo de huídas, dejando las tareas sin hacer que terminan dañando muchísimo la imagen del club. Me refiero a la contratación del español Fernando Hierro como máximo responsable deportivo. La ex figura de la selección española y del Real Madrid, se fue cuando le llegó una oferta mucho más atractiva económicamente del futbol árabe. Sin haber conseguido campeonato alguno.
Y todo indica que le sucederá lo mismo con el director técnico actual, el argentino Fernando Gago. La también ex figura, como jugador, del Real Madrid y de la selección argentina está siendo buscado por el Boca Juniors, el equipo más popular de su país.
Es realmente penoso que el equipo más popular de la Liga Mx genere esta imagen de debilidad, incapaz de blindar y sostener a los puntales de su proyecto deportivo. Podemos culpar, insultar, desahogarnos contra Hierro antes y Gago ahora, pero algo está muy mal diseñado de fondo para que esto suceda.