No puede ser que una competición de futbol como la Liga Mx se vea sometida y ridiculizada al ver clausurado, de la noche a la mañana, uno de sus principales estadios.
Usted lo sabrá ya, pero si no, le informo: la Alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México cerró de manera temporal la noche del pasado sábado, las puertas del Estadio de la Ciudad de los Deportes. Aquí juegan de local nada más y nada menos que el Cruz Azul y el América, dos de los equipos de mayor convocatoria.
El Alcalde de esta demarcación argumenta el incumplimiento de varios ordenamientos de Protección Civil, tanto del estadio referido como de la Plaza México. Ambos inmuebles son propiedad de un grupo empresarial privado, ajeno a los clubes que ahí juegan.
En el caso del Estadio Azul, se dijo que tiene que ver con la pirotecnia que se utiliza en varios momentos de los partidos, por ejemplo, cuando cae un gol del equipo local. También con las molestias que se generan a los vecinos de esta colonia, la presencia de personajes que delinquen de distintas maneras y contra los que no se hace nada.
En el momento que reordenen estos rubros, dijo el Alcalde, el Estadio de la Ciudad de los Deportes volverá a abrir sus puertas.
El asunto que resalta es el de por qué desde la propia Liga Mx, que hasta donde se sabe tiene una “Comisión Revisora de Estadios”, no se mejoran y se ordenan estos rubros. Basta con acudir a este estadio, como cualquier aficionado, para darse cuenta de que reina el abuso: los viene viene, los revendedores de boletos, los comerciantes de mercancía pirata, el caos vehicular.
Y ya no hablemos de lo que pasa dentro: bebidas alcohólicas a precios exorbitantes, alimentos insalubres, asientos y bardas despostillados, puertas y pasillos que son verdaderas trampas en caso de darse una emergencia.
Tiene que venir un Alcalde a poner orden en la Liga Mx. Un funcionario que les dice: no es un tema de multas y dinero. Se trata de seguridad y orden.