De forma más que merecida se ha centrado la atención de propios y extraños en el Cruz Azul. A falta de tres jornadas, es decir con nueve puntos en disputa, todo indica que los dirigidos por Martín Anselmi cerrarán con más de 41 puntos la fase regular del campeonato y, con ello, estarán imponiendo una nueva marca de puntos en torneos cortos.
El equipo propiedad de la cooperativa cementera enfrentará como local el fin de semana próximo al Santos Laguna; visitará al Atlas de Guadalajara y cerrará nuevamente en su campo contra los Tigres.
Casi todos los expertos dan como claro favorito a quedarse con el título al Cruz Azul. Pero este análisis se topa con la realidad que viven varios de los clubes oponentes. El que mejor se perfila para convertirse en el aguafiestas de este anticipado festejo es el Toluca.
Los llamados Diablos Rojos, dirigidos por el portugués Renato Paiva, son una seria amenaza. No sólo vienen cerrando también a tambor batiente con triunfos de local y de visita sino que lo han hecho con un temible desenvolvimiento a la ofensiva. El enfrentamiento entre ambos equipos terminó con empate a un gol, en el Estadio Azul, en las primeras jornadas del torneo. Fue, diría el lugar común, un duelo de poder a poder, donde ambos conjuntos exhibieron sus puntos flacos.
Una hipotética final entre estos dos clubes es de complicadísimo pronóstico. Así que es un poco tonto darle la corona al Cruz Azul de forma tan anticipada.
Los Tigres y los Rayados del Monterrey, así como el América (sí, aunque más de uno se sorprenda), son los contendientes más serios de cruzazulinos y mexiquenses.
Estos tres planteles, por la calidad de jugadores que tienen, pueden en una buena noche echar de la liguilla a cualquiera.
Por ello afirmo con absoluto convencimiento y conocimiento que vamos a vivir una disputa por el título cerrada y atractiva, nada que ver con lo que los números con los que terminará la fase regular lo señalan.
No hay campeonato más retador en el mundo del futbol que aquel que determina que para ser campeón hay que librar dos torneos con distinto enfoque y sustancia. Y lo que siempre se dice hay que recordarlo: todos saben las reglas desde antes.