La pregunta en las últimas semanas resuena. El comercio tiene una dinámica distinta y sus flujos responden a qué tan alineadas están las visiones geopolíticas de los países que hacen el intercambio. El caso más obvio es la tensión entre China y Estados Unidos (EU) que benefició a México para convertirse en el primer socio comercial del vecino del norte.
“Hay que aprovechar la oportunidad con EU ahora que está peleado con China”, mencionó Carlos Slim ayer en el foro Arquitectura de Paz Global en el Encuentro Mundial de Premios Nobel de la Paz, y luego invitó a invertir los siguientes 12 años para duplicar el ingreso per cápita.
Si las tensiones crecen y la geopolítica cambia entre los socios, no importa la inversión que se haga, el comercio, el crecimiento y el desarrollo se ponen en tela de juicio. “La alineación geopolítica influye materialmente en el volumen del comercio”, advierten Han Qui, Dora Xia y James Yetman en “Deconstructing global trade: the role of geopolitical alignment”, investigación publicada en la revisión trimestral del Bank of International Settlements (BIS).
Estos economistas del BIS plantean que los países que votan de forma similar en Naciones Unidas muestran una alineación geopolítica que impacta en las importaciones, las exportaciones y la relación comercial. De hecho, estiman que el volumen comercial intertrimestral entre 2017 y 2023 creció 2.5 por ciento menos entre los países geopolíticamente distantes versus los que tienen cercanía geopolítica. No solo eso, tener relaciones comerciales con países con los que no se comparte la visión geopolítica incrementa los riesgos de este intercambio e incluso limita las alternativas para diversificar o reencaminar la relación comercial con otros.
México se encuentra en varias encrucijadas comerciales, una con China y EU. Esa tensión que nos generó un beneficio, suscita otras presiones. El caso de Huawei regresará a la conversación según el resultado de las elecciones en EU, me explicó Ernesto Piedras, CEO de The CIU, porque toda la infraestructura 5G en México es de Huawei. Donald Trump inició una guerra comercial abanderada con esta empresa china prohibida en EU; Joe Biden no se inmiscuyó más, pero ¿qué pasará después de la elección en noviembre?
“El tema para México será analizar cuál es nuestra postura geopolítica”, me dijo Kiyoshi Tsuru, socio fundador y director de TMI Abogados, es decir, ¿queremos pelearnos con China?, ¿podemos hacer alianzas con EU y Canadá, por un lado y con Japón, China, Corea y Europa, por el otro?
Entre menos alineados estén dos países en términos geopolíticos, mayor la posibilidad de imponer duras barreras comerciales, explica el BIS. En este momento de reajustes geopolíticos, fragmentación, narrativas rodeadas de tensión y amenazas castigos, ¿de qué lado hay que estar?