Nunca es suficiente para mí”, canta Natalia Lafourcade. La frase resume el estado de las mujeres en las empresas: lo logrado no es suficiente.
El sector privado actuó y avanzó: cuatro de cada 10 personas que llegan a su primer puesto de trabajo son mujeres. Cuatro de cada 10 gerencias son de mujeres; tres de cada 10 puestos de dirección y vicepresidencias también, y dos de cada 10 en el C-suite los ocupan mujeres, según “Women in the Workplace 2024”.
“El cambio es duro y desordenado. Estamos en un punto intermedio para arreglar el proceso y hacer la cultura laboral más equitativa. Los avances son más frágiles y menos amplios de lo que parecen”, señala McKinsey en el estudio que celebra su primera década.
Más de mil empresas han participado y hay más de 480 mil entrevistas en esta investigación de McKinsey con LeanIn.Org. Este año se recolectó información de 281 organizaciones y más de 15 mil encuestados. Se ha demostrado que las empresas con liderazgo femenino se benefician de una mayor innovación, una cultura más sana y resultados más positivos. Aun así, el progreso es lento y no siempre ascendente.
Si hay menor representación femenina desde los primeros puestos de trabajo, al momento crítico de poder lograr una gerencia, es menos probable que ellas la reciban. Por cada 100 hombres que logran un puesto gerencial, 81 mujeres ascienden, y así es “casi imposible para las empresas apoyar un progreso sostenido en niveles más altos de liderazgo”, indica McKinsey.
En México la historia es parecida. Los consejos de administración continúan siendo de hombres. Solo 13 por ciento de los asientos los ocupa una mujer, según Imco y Kiik Consultores. No solo eso, la participación de las mujeres en las direcciones retrocedió. Lo comparto de otra manera: en el año que México tiene su primera presidenta disminuyó un punto porcentual la presencia de mujeres en las direcciones generales.
Las empresas deben ser más incisivas; estar estancados en equidad no es opción. Tendrán que innovar para erradicar los sesgos todavía presentes, invertir en el desarrollo de sus carreras, buscarles mentores y aliarse con el sector público para ofrecer un verdadero sostén en el tema de cuidados.
“Siempre quiero más de ti”, canta Natalia Lafourcade, y sí, las mujeres queremos más porque un mundo equitativo y diverso siempre será mejor para quienes lo habitamos.