Nosotras andábamos huyendo, pero ahora mandan a los más malos”, comentaban dos mujeres en español detrás de las cajas registradoras en una tienda del aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington DC.
Escuché esta conversación ajena mientras me acercaba a pagar un agua previo a abordar un vuelo de regreso a Ciudad de México. Pregunté si habían votado por Donald Trump y asintieron, no sin mirarme con desconfianza por inmiscuirme.
Ellas son parte del 37 por ciento de las latinas que votaron por Donald Trump este martes.
En total, 45 por ciento de los latinos y latinas, según las encuestas de salida de la elección presidencial en Estados Unidos, votaron por el republicano. Esto fue 13 puntos porcentuales más que en 2020.
“Es inaudito”, nos comentó César Martínez, experto en campañas electorales y profesor en George Washington University en MILENIO Televisión.
En el 2000, cuando ganó la campaña presidencial George W. Bush, quien tenía cercanía con los hispanos, obtuvo 35 por ciento de sus votos, recordó César.
“Trump le apostó al hombre latino joven de segunda generación”, añadió. La apuesta fue correcta, pues 54 por ciento de los hombres hispanos votó por él, incluso muchos de los puertorriqueños en Pensilvania, un grupo que se pensó se sentiría ofendido tras la referencia a la isla como un basurero. Ni Marc Anthony o Jennifer López los convencieron de votar por Kamala Harris.
La vicepresidenta logró menos votos latinos que Joe Biden hace cuatro años.
La inflación y el bolsillo, la compra semanal, es lo que les preocupa y ocupa, y lo han dicho desde el inicio. Los datos del Pew Research Center muestran que la principal preocupación de los hispanos es la economía, luego la salud y después el crimen y la violencia.
La noche electoral empezó con la expectativa de que sería larga. Pero cerraron las casillas de la costa este y un par de horas después se veía la tendencia: el mapa se pintaba de rojo.
Cuando Trump habló de los migrantes malos, criminales y responsables de las olas de violencia, cuando dijo que quiere una deportación masiva en su primer día como presidente (de nueva cuenta) no resonó en los latinos. Los que votaron por él son migrantes buenos que trabajan día a día para enfrentar los altos costos de los alimentos y al votar optaron por el candidato que consideraron les ayudará a resolver ese dolor. Los criminales son otros y quién sabe quiénes sean.