Apenas una semana del fin del sexenio de AMLO, 2130 días de estar soportando una actitud pendenciera contra la más mínima disidencia y negación a la sumisión y de estarnos chupando la promoción a la alabanza al egocentrismo y narcisismo de quien se consideró superior a los más altos héroes de nuestro patriótico panteón.
Seis días del inicio de un sexenio que conducirá la primera presidente de esta república que sufrió la intimidación y acciones perversas para su destrucción.
Inició su primera comunicación al pueblo bueno con una invitación a la adoración a su antecesor, supuesto abuelo de su hijo, y la amenaza de continuar con la que llaman la 4ª transformación.
Pero aceptando la realidad, debo reconocer, generando en muchos la esperanza, aunque sea que no eliminen las pensiones y becas con las que se manipularon las cifras para asegurar que se sacó de la miseria a miles de mexicanos y que sin duda fueron efectivos mecanismo para comprar consciencias en un conocido populismo, con que se desvirtuaron las promesas de la revolución que fueron olvidadas por la dictadura perfecta y que parece un renovado nacionalismo.
En ese tenor, la presidente expuso cien acciones que prometió cumplir, algunas innovadoras, evidenciando que escuchó necesidades no atendidas o dejadas de atender, otras muy complicadas y difíciles de cumplir si nos atenemos a que recibió un país en quiebra, con una enorme deuda acrecentada, pero a la que debe su triunfo, así que siente la necesidad de pagarla.
Por supuesto habrá austeridad que ganará credibilidad si no se aferra a la negación de rendir cuentas y transparentar el otorgamiento de obras, eliminando costos triplicados.
Tengo sin embargo una mínima esperanza porque la presidente tiene una mente cultivada en la ciencia y en la objetividad y cuenta con una visión y acción posible basada en una formación de izquierda cuando ésta era sincera, aunque ahora trasnochada; cosa inexistente en AMLO que en ello fue un farsante.
Espero que sea más inteligente que su anterior, cosa nada difícil, en diseñar los cómo, ajenos al capricho ignorante, que causó catástrofes.
Dio una muestra al prometer recuperar las escuelas de tiempo completo y rescatar la cultura como vía para la prevención de la criminalidad; interesante también el rescate de los tres ríos más importantes de México.