Un día de trabajo por dos de descanso

  • Seguridad ciudadana
  • Sophia Huett

León /

Preveo que este será un tema polémico y con resistencia.

Pero es necesario hablar de ello: los turnos de 24 por 48 de las y los policías.

Vamos de lo cotidiano a lo especializado.

¿Quién podría aguantar 24 horas de corrido sin dormir de manera permanente en condiciones que en teoría requieren lucidez y energía?

Yo no conozco ser humano capaz de ello. Por más que sea policía.

En el supuesto de que si los hay, alguien además pensó que había que darles dos días de descanso para reponer el día completo que trabajaron.

¿Quién lo decidió o por qué? ¿Quién pensó que era buena idea?

Estas jornadas son violatorias de derechos humanos, leyes laborales, tratados internacionales y desequilibradas.

Usted es policía, está de turno 24 horas, en las cuales evidentemente no fue víctima de privación del sueño. Seguro encontró la forma de echarse unos coyotitos que le sumaran al menos unas cinco horas.

¿Qué hace en dos días de descanso restante?

Si, dos días de descanso, en los que el ocio está presente.

Hay quienes ponen un negocio, toman otro trabajo y otros más que le dan vuelo a su creatividad.

Dicho con mayor formalidad: las buenas prácticas y recomendaciones internacionales establecen que las jornadas laborales para policías están en el rango de las ocho y doce horas.

Solo México y Nicaragua aplican las jornadas de 24 horas, además de países ex soviéticos y del medio oriente, contemplan extender las jornadas.

Hay países en donde por supuesto que se contemplan las necesidades del servicio para extender las jornadas, pero bajo un catálogo y en una situación de excepción y no de normalización.

En Estados Unidos, por ejemplo, se considera que para evitar las horas extras, la jornada debe de ser de diez horas y entonces la preocupación es el agotamiento o síndrome de burnout.

En Sudáfrica, el tiempo máximo que puede trabajar un policía, en situaciones excepcionales, es de 25 horas, a lo que corresponde dos días de descanso completo.

De regreso a México, no hay ninguna ley que regule los horarios de las instituciones policiales. Una encuesta levantada por la Organización Causa en Común, en el año 2017, revela que 34% de policías trabajaban 24 horas por 24 horas de descanso, 18% doce por doce, 6% ocho horas de trabajo por doce de descanso, 6% doce horas de trabajo por 24 de descanso y 6% más, 24 horas de trabajo por 48 horas de descanso; en esquema de acuartelamiento laboran el 5% y el restante 25% en diversas combinaciones.

¿Y qué tal cuando pidan doblar turno? ¿De quién es la responsabilidad si hay un accidente o un mal manejo de situación? ¿Dónde queda la estabilidad familiar?

Para algunos el argumento más fácil es que no hay suficientes policías ¿pero ¿cómo queda el estado de fuerza con 48 horas de descanso? En una tercera parte.

¿Es una simulación? ¿Es una costumbre? Sí, siempre ha sido así para muchos y muchas. Es normalizar el abuso, pero también una situación conveniente para muchas y muchos.

Por un lado, el Estado asume que el policía puede completar el salario y que no es su obligación un sueldo digno; por otro lado, se vuelve una situación relativamente cómoda para las y los policías que ante la posibilidad de cambio, optarán por el amago, por la queja y resistencia.

Modernizar y dignificar la Policía implica, como primer punto, revisar las condiciones de horarios laborales. El respeto a los derechos humanos debe ser ejemplar desde y para la Policía.


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