Adiós tía Jemima: ya era hora

Ciudad de México /

Les diría que hay que ver más películas y leer más libros sobre lo que fue la guerra de secesión en Estados Unidos en 1861 para entender por qué, ayer por ejemplo, los hot cakes y la miel de maple que tantos amamos en nuestra infancia (y sin duda ahora también) dejarán de llamarse Aunt Jemima.

El problema es que esas películas, como Lo que el viento se llevó, están bajo fuego también. Pero hay una gran diferencia: una cinta o un libro se puede contextualizar perfectamente con el presente. La imagen de una mujer en tiempos de esclavitud, en la caja de un delicioso desayuno, no tanto.

La tía Jemima está basada en una mujer real. Una esclava llamada Nancy Green, que trabajaba con un compositor, quien también inventó la marca y, en efecto, tenía a su servicio a Nancy. Hasta una canción le hizo, cambiándole el nombre a Jemima. En ella se inspiraron no solo para hacer una canción, sino la marca que sigue vigente hasta hoy.

Cuando esta fue comprada años después, la imagen de esta mujer se perpetuó hasta la fecha, la de la mujer negra que vivía solo para atender a las familias blancas. Después de los tiempos de esclavitud se usó por casi dos siglos como ícono, dejando el tema como una “normalidad” para las nuevas generaciones del mundo cuando la marca fue comprada por una trasnacional.

Así que por eso, ayer, con la noticia que desaparecería este personaje del desayuno que está más vigente que nunca, hay mucha confusión. Pero esto no es revisionismo histórico con buenas intenciones, como lo hemos descubierto en muchos casos. Esto es reconocer que hay estereotipos que normalizan la inequidad. Y sacrificar el tema comercial por dejar de hacer eso. Bien por eso.

Twitter: @susana.moscatel

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
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