Hace exactamente un año, Paul McCartney nos tenía a sus miles de fans mexicanos llorando de la emoción con sus conciertos en la gira Get Back. Tambien acababa de presentar unas semanas antes una canción hermosa, llamada “Now and Then”, de la cual sabíamos su reciente y antigua historia.
Era un demo que había hecho John Lennon del que solo quedaba un casete de mala calidad y uno que otro intento de producir. No fue hasta que Peter Jackson, con la nueva gran tecnología cinematográfica y de audio, hizo el documental Get Back (Disney+), se unió con Paul, Ringo, Olivia Harrison, Yoko Ono y Giles Martin, y entendieron que podrían terminar la canción de una manera que haría que John se sintiera orgulloso, y que habría más.
Eso extra fue un video hermoso en el que los Beatles de antes interactúan con el Paul de ahora; crean una sensación mágica de una historia que nunca acaba, musicalmente hablando. Y más si hablamos de la nostalgia y memoria.
Ver a Paul cantar esto en vivo, desde el piano, con estas imágenes proyectadas de manera impecable en el escenario ya fue demasiado para muchas de nuestras emociones. De una manera maravillosa. Hay lágrimas que no esperas. Sobre todo, cuando has pasado tu vida entera escuchando una canción que pega de manera especial cuando menos lo esperas. Siempre me lo hace Paul con “Blackburn” y “Something”. Pero esto fue nuevo y mágico a la vez.
No sé cuántos cientos o miles de veces escuché “Now and Then” en los últimos 12 meses, lo que sí sé es que al verlo en vivo nos regresó de una manera aún más poderosa, no solo a John y a George, sino a todas aquellas pérdidas, personas y amores quese han ido en este largo camino.
Nada de lo que amamos se va si encontramos cómo llevarlo con nosotros; eso hizo por nosotros Paul estas últimas noches.