Esto no puede ser muy bueno para Marvel. Ni siquiera sé si sea bueno para Kamala Harris, pero es notable que la mayoría de Los vengadores se reunieron en un Zoom para recordarle a los votantes en Estados Unidos de unas elecciones de las que nadie requiere recordatorio.
Mark Ruffalo, Robert Downey Jr. y Scarlett Johansson, entre otros, reiteraron su apoyo a la candidata demócrata, e insistieron en que las elecciones del 5 de noviembre se trata de los derechos reproductivos, del cambio climático y de muchísimas cosas más que solo los candidatos.
Llevo cubriendo los ciclos electorales y el impacto que la cultura pop tiene sobre ellos desde 1995, y debo decirles con todas sus letras que jamás había visto semejante movilización por parte de los artistas más populares del mundo para apoyar a un (en este caso una) candidata. La celebridad en sí tiene un doble sentido aquí, porque si bien Donald Trump tiene ese título como uno de los principales en su currículo político, jamás había escuchado tanta resistencia a que los famosos le dijeran a la gente qué hacer con su voto. Y aunque eso se entienda, aunque un Bad Bunny y un Nicky Jam se unan a una Taylor Swift a luchar por una candidatura, ha quedado claro que los temas por los que se vota tienen mucho más que ver con percepciones de economía y seguridad, asuntos que la agresiva retorica de Trump inflaman para proponerse como la solución.
La resistencia contra la opinión de los famosos se une a la idea de que todos ellos son parte de una cofradía de liberales woke que no están en contacto con los ciudadanos de a pie. En otras palabras, no puede ser el mismo mensaje que es emitido por las estrellas de cine y de la música.
Ya veremos la semana próxima el resultado, pero si se están imaginando una batalla tipo Endgame, no sé si este Thanos pueda ser vencido a pesar del sacrificio para acabarlo.