Demi Moore no solo merecía ese reconocimiento, sino que dio el discurso más conmovedor e inspirador de los últimos tiempos. The Substance es una cinta importante. También es complicada, pero difícilmente sales de verla (está en Mubi) sin cambiar un poquito. La maravilla de ver a Demi en ese escenario recibiendo el primer premio de su carrera por una actuación es el cierre de un círculo perfecto en esta historia de Coralie Fargeat. ¡Bravo!
Emilia Pérez, ganadora a Mejor comedia y musical, también provoca y mucho. Y seguiremos hablando de ella porque aún no se estrena en México. Pero sepan que lo que nos puede sacudir de esta cinta tiene que ver con la visión de México, y en caso de gente como yo, de lo que es un musical. Nadie que haga una crítica seria está preocupado por la identidad de género de su elenco. De los acentos y disonancias, sí. Pero no nos dejemos confundir, no va por ahí que a tantos no nos haya gustado su triunfo.
The Brutalist es una gran historia hecha, como dijo su triunfante director, para adultos. Se toma su tiempo y llega a su destino. No era mi elección como mejor cinta dramática, pero celebro su éxito.
Algunos de los grandes aciertos de la noche fue la conducción de Nikki Glaser, los premios a Kieran Culkin por la cinta A Real Pain, todo lo que se llevó Shogun y el triunfo de la brasileña Fernanda Torres por I’m Still Here.
La mejor de las comedias es y sigue siendo Hacks y fue reconocida; el trabajo de Collin Farrel por El Pingüino, la música de Challengers de los fantásticos Trent Reznor y Atticus Ross. No la mejor canción “El mal”, de Emilia Pérez, y sí al éxito de Sebastian Stan por A Different Man como Mejor actor en musical o comedia, ya que no se lo podían dar por The Apprentice (Trump fue ratificado).
¿Ven cómo no hay fin de esta conversación? Me quedo con una mezcla de emociones, porque así debe ser el arte.