‘Jojo Rabbit’ y la liberación de Auschwitz

Ciudad de México /

Coincidió, al menos en México, que el estreno de la cinta nominada al Oscar, Jojo Rabbit, del director Taika Waititi, se pudiera ver en nuestras pantallas la misma semana del aniversario 75 de la liberación de los campos de exterminio nazi, Auschwitz-Birkenau en particular. Así que fue una semana donde muchas heridas estaban a flor de piel, los muy pocos sobrevivientes de semejantes atrocidades se encontraron narrando lo sucedido para evitar que los correccionistas históricos lo nieguen y sí, se siente una palpable preocupación por no olvidar la historia, ya que tantas generaciones crecieron sin tener una relación directa con personas que sobrevivieron ese negro periodo en la historia de la humanidad.

Mucha gente me preguntó si me ofendía semejante película, considerando que, con todo y los horrores que muestra, los trágicos giros de tuerca que maneja y lo doloroso que puede ser verla, a final de cuentas pintaba a Hitler como una figura un tanto benevolente dentro de la ridiculez con la que es presentado.

Supongo que muchos me lo preguntaron, porque saben que soy judía y amante del cine y amante del humor negro también. Así que, ¿cómo conciliar esas tres cosas con lo que veo en pantalla? Mi respuesta es muy sencilla, con mucho agradecimiento y mucha reflexión.

Entiendo la preocupación que otros cercanos a mí extremaron sobre la noción de frivolidad la figura de Hitler y, por lo tanto, las monstruosidades que llevó a cabo con sus ejércitos de asesinos, pero a grandes rasgos yo puedo aseverar que la cinta hace precisamente lo contrario. Aunque no sin sus matices preocupantes, les diré por qué.

En 2016 tuvimos la fortuna de toparnos con una función del documental The Last Laugh (La última carcajada) en unos cines de arte que ahora ya desaparecieron en Nueva York. Este documental hace una pregunta muy sencilla. “¿Pueden las bromas sobre el Holocausto ser chistosas”. A partir de ahí los cineastas proceden a entrevistar a muchos de los más grandes directores, productores y comediantes judíos que pudieron en ese momento: Joan Rivers, Sarah Silverman, Jerry Lewis, Carl Reiner, Larry Charles y el rey de todos, Mel Brooks.

A Sarah y a Joan no parecía que nada las detendría para hacer todo tipo de chistes al respecto. Por su parte, Mel Brooks, creador de grandes éxitos como Springtime for Hitler de Los productores, dejó claro que aunque ha sido una misión de su vida burlarse del führer, siempre ha sido muy cuidadoso en que el chiste caiga sobre los hombros del victimario, no de las víctimas.

¿Logra esto JoJo Rabbit? Yo diría que sí. Me parece una cinta brillante, aunque creo que hace falta que, entre tanta sátira y burla, algún tipo de referencia para las nuevas generaciones 75 años después.

Twitter: @SusanaMoscatel

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
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