Un perfecto desconocido no es la biopic o biografía de Bob Dylan porque solo se enfoca en un período de cuatro años de su vida, donde el mundo estaba cambiando y su música lo reflejaba. Ya lo verán en enero porque es una belleza dirigida por James Mangold y protagonizada, extraordinariamente, por Timothée Chalamet; varias generaciones tendrán contacto por primera vez con la música de este genio y sé que esto solo puede ser una gran noticia. Espero el Oscar para el también protagonista de Dune porque lo que hace ahí es soberbio.
En otra era, otro género y sin duda otra actitud en enero vendrá también A Better Man, donde Robbie Williams hace una gran representación de su síndrome de impostor mostrando todo lo que ha vivido para llegar (milagrosamente vivo) a ser quien es hoy. Este si podría ser llamado una biopic pero protagonizado por, literalmente, un chango. Sí, Robbie es un chimpancé y es inaudito ver qué tanto logra que se nos olvide por lo bien que está contada la historia.
Créame, enero traerá grandes sorpresas en el cine. Y aunque para quienes ya la vimos, no es ningún misterio el por qué Emilia Pérez de Netflix ya puede ser vista en tantos otros países y no en México; Creo que quien llegue a ver eso con buenas intenciones o morbo al menos se va a llevar una experiencia. No le pongo adjetivo a la música de la experiencia. Es más no sé si es música del todo. Pero hay hasta un álbum de colección de lujo y “canciones” nominadas para los Globos de Oro de este extraño y controvertido experimento de narco cine musical con un twist . Ya estaremos muy pendientes de las reacciones, pero cerro esto diciendo que si agregamos la alegría de tener a Wicked, Moana 2 y Mufasa (a mi sí me gustó mucho) en este período de transición de año, podemos asegurar que la música y el cine. tienen una era más allá de interesante.