Selena Gómez es una personalidad que, haga lo que haga, llamará la atención. Ya sea por las relaciones que tuvo en el pasado, por sus amistades y rivalidades con otras megaestrellas e incluso por las tremendas dificultades de salud que ha tenido que superar en la vida. Lo cierto también es que la cantante y actriz tiene un ejército de fans que darían todo por ella, que han crecido con ella y que siempre están presentes cuando hay noticias suyas.
Así que cuando veo titulares engañosos tratando de hacer creer a la gente que Selena subió un video a sus redes en un llanto desesperado por su participación en la controvertida (estoy siendo amable) Emilia Pérez, la sangre me hierve. La realidad es que ella hizo ese video, y cualquiera que se haya tomado unos segundos para escuchar lo sabe, desde un profundo dolor al ver cómo Trump cumple su amenaza de deportaciones masivas, rompiendo familias, anulando santuarios e incluso tratando de cambiar la ley por orden ejecutiva, al buscar que se anule la nacionalidad por nacimiento de alguien cuyos padres no eran ciudadanos.
Selena tiene mucha razón de estar devastada. Tristemente, enseguida se dio cuenta de que mostrarse así solo le da más poder y alegría al enemigo, debido a que este breve video hasta fue motivo de entrevistas en Fox News celebrando el dictamen.
Con el tema y el mundo tan polarizado como está, alguien debió haberle recomendado que retirara el video. Lo hizo y también por eso hay titulares atacándola, incluso desde México. Cuando digo que hay clickbait grotesco me refiero a eso y peor aún a quienes insinuaron con su engañosa redacción que el llanto y las disculpas eran por Emilia Pérez. ¿En serio? Qué horror, pero solo es una película. No una orden presidencial que hasta de niños “hace criminales”. Seamos mejores.