Pretender o jugar a ser dios no es algo nuevo en la industria del videojuego, desde títulos como God of War hasta algunos de estrategia que vieron la luz en la década de 1990, es un tema que se ha explotado desde muchos ángulos, con diferentes religiones o llamadas “mitologías” pero en pocas ocasiones se aborda la religión cristiana, situación comprensible porque la Iglesia es una de las instituciones con más antecedentes de censurar productos de entretenimiento por meras alusiones a edificios del clero.
Es difícil imaginar entonces el éxito e inclusive la recepción que pueda tener un título como “Yo soy Jesús Cristo” (I am Jesus Christ) de la desarrolladora polaca PlayWay S.A. a través de su estudio SimulaMaker, el cual se dio a conocer hace un par de días, y donde literalmente el jugador o jugadora se pone en los zapatos, cuerpo y manos del salvador de la fe cristiana para revivir algunas de las historias del Nuevo Testamento de la Biblia.
De acuerdo con el fundador de SimulaMaker, Maksym Vysochanskiy, estudio encargado del desarrollo de este producto de entretenimiento, se decidieron a hacer este tipo de adaptación debido a que por más de 100 años se han hecho películas, series, historietas, con la temática de la religión cristiana; además de que existe un juego para dispositivos móviles llamado “Fist of Jesus” (El puño de Jesús) donde, acompañado por sus apóstoles, combate hordas de zombies en la antigua Jerusalén, poco ortodoxo pero divertido; por lo cual no era descabellado hacer un juego de simulación donde se encarne al “hijo de Dios”.
A través de un video publicado en redes sociales, con duración de poco más de un minuto, podemos ver algunas de las habilidades que tiene Jesús Cristo para vivir sus aventuras, o pasajes de la Biblia, desde caminar sobre el agua, convertir el agua en vino (por cierto para ayudar en una fiesta, posiblemente una boda, y evitar la catástrofe), mover madera con el poder de su mente, o pescar un sinnúmero de pescados con “magia” para alimentar a cientos; situación que será interesante analizar una vez que el clero opine al respecto.
Lo anterior debido a que es sencillo utilizar personajes denominados “mitológicos” o “ficticios” para adaptar un videojuego, como pasa en God of War con el panteón griego, pues ya no son religiones activas o reconocidas a nivel mundial, sino que por la imposición cristiana se consideran “cuentos”, los cuales no tienen problema en reconocer como ficticios, irreales; pero, el salvador de una fe, es un tema distinto, ¿podrá catalogarse el juego como religioso o de ciencia ficción? Si, en un mundo perfecto, dejamos de lado el hecho de la realidad o ficción y como esto afecta a la Iglesia y su credibilidad, tenemos una situación interesante; muchos de los jugadores o jugadoras crecieron con la imposición de una religión, las incesables lecturas de la Biblia y sus enseñanzas para celebrar la primera comunión o alguno de esos tramites eclesiásticos que por algún motivo otorgan el boleto al “cielo”; personalmente no me emociona la idea de encarnar a Jesús…
Teodoro Santos
tedsantosf@gmail.com