Acabamos de vivir el 8M y junto con ello veo una comunidad más consciente de los retos que enfrentamos como sociedad en relación a la mujer. Estuve en un panel en el Tec de Monterrey y entre el público había muchos alumnos hombres, acompañando y seguro reflexionando. La última pregunta fue sobre cómo veíamos el futuro para las mujeres y todas las panelistas coincidimos en que lo vemos esperanzador. Sabemos que existen muchos retos para las mujeres, principalmente en seguridad, piso parejo, brecha salarial y representación, pero la diferencia de hace años con el presente es que hoy estamos conscientes de ello.
Los números y estudios nos han servido mucho. Es necesario contabilizar y hacer públicos los datos existentes para conocer cómo hemos avanzando, pero sobre todo saber qué nos falta. No podemos mejorar lo que no medimos. No es cuestión de tiempo. Es necesario establecer metas concretas para lograr avances específicos. Como el caso de las cuotas en política se establecieron metas; congresos y candidaturas paritarias y se logró una participación de la mujer en puestos de toma de decisión.
Tengo cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres, y quise ver en ellos las estadísticas que hoy imperan en México y estos son los resultados. Mi hijo grande solo con tener carrera tiene 88 por ciento de posibilidades de llegar a ser director o consejero de una empresa versus mis dos hijas con incluso maestría que solo tienen el 12 por ciento (IMCO). Mi otro hijo no tiene que decidir entre trabajar o tener familia, en cambio mis hijas si no cambian las políticas de maternidad o paternidad en las empresas posiblemente se lo tendrán que cuestionar si no cuentan con toda una infraestructura en la casa. Ya que según la Encuesta de Ingreso en los Hogares, del 40 por ciento de las mujeres que no trabajan tienen tres hijos o más. Y si hablamos de brecha salarial, mis dos hijas tendrían que trabajar seis años más después del retiro, para alcanzar el mismo ingreso que sus hermanos.
Así los números en el 2025. Por esto y más se requiere cuestionar el sistema y no solo las mujeres, sino todos como comunidad. Pues son nuestras hijas y hermanas, quienes hoy no tienen las mismas oportunidades que los demás.