La contaminación ambiental por medio de los gases de efecto invernadero (GEI) ha desencadenado daños que actualmente se consideran irreparables. De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA) los GEI son aquellos que atrapan el calor en la atmósfera provocando un incremento de energía térmica en nuestro planeta.
Estos gases son: El dióxido de carbono (CO2) que es emanado por la quema de combustibles fósiles por ejemplo en el proceso de generación de energía eléctrica; el metano (CH4) este se produce a partir de la descomposición de los residuos orgánicos por ejemplo en rellenos sanitarios; óxido nitroso (N2O) este gas se produce mediante procesos industriales y actividades en el sector primario, así como también en la ignición de combustibles fósiles y residuos sólidos.
Según la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC) en México se estimó que se emitió 804 millones de toneladas de Bióxido de Carbono equivalente (CO2e) de gases de efecto invernadero en el 2020. Nuestro país se ha comprometido a reducir 22% para el año 2030.
México se encuentra localizado entre los paralelos 40° latitud norte y 35° latitud sur, esto significa que nuestro país es unos de los países a nivel mundial que tiene una excelente cantidad de energía solar. Estudios recientes que han sido publicados en la Revista Mexicana de Física por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirman que al recibir 10 días de energía solar sobre la tierra equivale a todas las reservas conocidas de petróleo, gas y carbón.
Las energías renovables ayudan a disminuir este terrible efecto de calentamiento global; recordando un poco la definición de energías renovables: son aquellas que su tasa de regeneración es mucho mas baja a la tasa de utilización y teniendo la primicia de la localización y el sustento del recurso solar se propone el uso de las siguientes energías.
La tecnología fotovoltaica es utilizada para generar energía eléctrica y al utilizarla como fuente renovable, se considera una fuente de energía sustentable y sostenible.
Para obtener energía eléctrica a partir de esta tecnología se debe de contar con: módulos fotovoltaicos, controladores de carga y un inversor.
Otra forma de energía renovable que ayuda a alcanzar la meta antes mencionada es a través del uso de la energía eólica; las masas de aire se producen gracias a la energía solar que llega a nuestro planeta en forma de ondas electromagnéticas, esta energía produce un diferencial de temperatura relacionada con las latitudes y casquetes polares. Estas masas de aire se desplazan por tanto las características de estos vientos dependerán de su localización geográfica. Este movimiento es aprovechado por las turbinas eólicas transformando la energía cinética de los vientos en energía eléctrica.
Los sistemas eólicos requieren de equipamiento al igual que la energía solar fotovoltaica, estos requieren de un controlador de carga al igual de un inversor. La energía eólica ha sido considerada una de las energías renovables que no tienen impacto ambiental esto mencionado por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
Por estas razones, se puede concluir que estas dos formas de energía renovable ayudan a disminuir los efectos tan terribles del calentamiento global y de esta manera tener energía eléctrica sostenible coadyuvando a alcanzar la meta de disminución de GEI para el 2030.
Israel López Mendoza*
*PE de Energías Renovables en UTVM