En el mundo el 28 de septiembre es un día especial para hablar, vivir y redescubrir el papel que tiene la ciencia en nuestras vidas.
En todo lo que hacemos, vemos, escuchamos y hasta olemos, la ciencia está presente. Posiblemente no lo recordemos con frecuencia, por lo que en México la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica A.C. (Somedicyt) en colaboración con diversas organizaciones promueven este día como una conmemoración a la primera emisión de la serie “Cosmos” a cargo de uno de los divulgadores con mayor trascendencia en la historia: Carl Sagan.
Por esta razón, abordar el concepto de la cultura científica es esencial, sobre todo por la necesidad de una formación y participación ciudadana respecto a la ciencia. Y es que contar con una sociedad que esté interesada y posea conocimientos sobre la ciencia resulta favorable para generar un criterio e información sobre aspectos que impactan en su salud tanto física como emocional, las consecuencias y mitigación del cambio climático, así como el trabajo que científicos y científicas realizan en todo el planeta para mejorar nuestra calidad de vida y vislumbrar un mejor futuro.
En este sentido, el trabajo de investigadores, comunicadores y divulgadores de la ciencia es primordial para lograr que cualquier persona pueda acceder al conocimiento científico y sobre todo aplicarlo en cuestiones que impactan, como es el acceso a sus derechos libremente y de manera informada, obtener datos sobre la veracidad de medicinas, la importancia de una buena alimentación, las ventajas de las vacunas, el progreso que existe en tanto en las ciencias duras como en las sociales y las humanidades.
Finalmente, la ciencia es una herramienta poderosa para entender la realidad y para resolver problemas que se nos presentan día a día. Mientras más ciudadanos y ciudadanas estén interesadas en la ciencia habrá mayor oportunidad de desarrollar vocaciones científicas, y generar cambios que hoy día requiere nuestro planeta. Además de motivar a que los tomadores de decisiones, como gobernantes, legisladores y empresarios desarrollen políticas y proyectos científicos que contribuyan a resolver problemáticas locales.
En este día es fundamental retomar y revalorar mecanismos que fomentan la cultura científica, como sucede con la Ciencia Ciudadana, la cual permite que ciudadanos no expertos o vinculados a un organismo se integren a procesos de investigación científica en la generación de hipótesis, análisis de resultados, recolección de datos y generación de propuestas. Desde luego parecería que esto sólo es posible a través de instituciones educativas; sin embargo, existen casos de la iniciativa privada que han generado procesos de Ciencia Ciudadana como parte de sus procesos de responsabilidad social e incluso de su propia cadena de valor.
Un ejemplo ha sido Airbnb, empresa que en 2019 promovió un proyecto de Ciencia Ciudadana para que cinco personas recolectaran muestras de nieve en la Antártida y posteriormente las entregaran a la Universidad de Exter en Inglaterra para la detección de micro plásticos. Si bien se puede considerar una táctica de Relaciones Públicas, también es un ejemplo de cómo la cultura científica se puede adoptar hasta por parte de una aplicación dedicada al transporte de pasajeros. Así que el ejemplo está puesto y sólo basta revisar el programa de instituciones como el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Puebla (Concytep) o consultar el siguiente link https://www.youtube.com/watch?v=fKB_OlyTg1g para vivir al máximo la ciencia, no sólo hoy sino todos los días.
Lourdes Mateos Espejel