Resulta sin duda positivo lo acordado ayer durante la visita de la secretaria de Medio Ambiente federal, Alicia Bárcena. En la larga historia de desaciertos, inacciones y hasta simulaciones que ha vivido Nuevo León en la última década al tratarse de la contaminación del aire, la prometida instalación de la Comisión Ambiental Metropolitana será un alivio.
Más allá de ese grupo integrado por funcionarios de los tres niveles, mejor noticia aún es el compromiso de que con la participación de expertos de la UNAM se va a elaborar por fin un nuevo inventario de emisiones.
Por absurdo o increíble que parezca, desde 2018 no se miden e identifican los contaminantes que ensucian el aire que respiramos.
Todas las acciones anunciadas y tomadas por los gobiernos han estado desde hace siete años basadas en un trabajo que sin duda ya dio de sí. En ocho meses se dará ese gran paso que ayude a elaborar verdaderas políticas públicas cimentadas en números y datos reales. Sin negar lo escrito líneas arriba, ni el trabajo científico, ni la coordinación de las autoridades involucradas rendirán frutos si no se señala y enmienda a quienes nos contaminan una vez identificadas las principales fuentes.
Para nadie es un secreto que hay una lista de al menos 10 empresas importantes que no se han comprometido en serio a reducir sus emisiones. Algunas de estas empresas incluso han pagado cantidades altas del llamado impuesto verde.
Se señala de manera clara a la refinería de Cadereyta, pero la autoridad estatal ha reservado los nombres de dichas industrias. El pero aquí es que otra vez se repite la historia: “Un plan entre autoridades intentando resolver algo de antaño”, que ya ha pasado, pero sin acciones concretas.
La calidad de las gasolinas, por ejemplo, ya desde hace tiempo se detalla en la NOM 016 CRE 2016. Existe para regular, pero queda meramente en buenas intenciones. El plan establecía que daría resultados para 2020, y nada. ¿Por qué no se ejecutó en el 2020? Por falta de gobernanza; un órgano decidido y con valentía.
Para resolver el problema es necesario ya no cometer errores ni seguir con ocurrencias, como ha pasado en los últimos años. El éxito de este grupo de autoridades será mayor si acompañan sus intenciones con la presencia de los científicos y los técnicos, que los hay, y muchos en las universidades del estado.
Así pues puede tomarse como un buen día el de ayer. Ojalá que no sea pasajero, porque nuestra metrópoli está contaminada un día sí y otro también, y nadie duda que vamos tarde.