Hace unos meses tuve una conversación pública con el expresidente Ernesto Zedillo en la Universidad de Chicago. La discusión había quedado en el olvido por ser un espacio académico, pero en fechas recientes volvió a la luz.
Considero importante desmentir con base en datos y evidencia científica las múltiples mentiras que Zedillo emitió impunemente durante nuestra conversación.
1. Zedillo dijo que la pobreza no ha disminuido más en este sexenio que en los anteriores. Esto es falso.
La pobreza se ha reducido más del doble que antes. De acuerdo con los datos estrictamente comparables del CONEVAL, la pobreza en este sexenio ha bajado en 2.8 puntos porcentuales bianuales de 2018-2022, mientras que antes lo hacía solo en 1.3 puntos (2016-2018).Ahora bien, si consideramos sexenios completos, como ha mostrado el economista Gerardo Esquivel, mientras que en este sexenio 100 mil personas han salido de la pobreza cada mes, durante los dos sexenios anteriores 100 mil personas entraban a la pobreza cada mes.
2. Zedillo dijo que la pobreza solo se redujo en este sexenio por el crecimiento de las remesas. Esto es falso.
Los economistas Gómez y Munguía han mostrado que el 80% de las reducciones en pobreza del sexenio se explican por incrementos en el ingreso laboral [i]. Mis propios estudios, con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, lo estiman en 73%. Las remesas solo explican el 3% de las reducciones en pobreza.
3. Zedillo dijo que él ha hecho “trabajo serio” sobre la pobreza y por ello sabe que la pobreza solo se redujo por la muerte desproporcionada de personas pobres durante la pandemia. Esto es una invención.
No existe trabajo alguno que demuestre que la mortalidad diferenciada por nivel de ingreso sea un causal significativo para las reducciones en pobreza. Es verdad que la carencia en acceso a la salud ha aumentado, pero debido a que la pobreza es una medida multidimensional, ello casi no ha tenido impacto en la pobreza [iii].
4. Zedillo dijo que el aumento en el salario mínimo fue irrelevante porque casi el 60% de la población es informal y por tanto, los aumentos no le aplican. Esto es falso.
En teoría los aumentos al salario mínimo solo aplican en la formalidad, pero el economista Ray Campos ha mostrado que en la realidad los incrementos al salario mínimo sí han beneficiado a los trabajadores informales [iv]. En un apunte similar, el profesor Monroy-Gómez-Franco ha mostrado que los ingresos laborales han aumentado entre todos los mexicanos, no solo entre aquellos que ganaban el salario mínimo [v]. Por cierto, la informalidad ha disminuido en este sexenio a 54% y se encuentra en sus mínimos históricos según el INEGI.
5. Zedillo dijo que los salarios no pueden subir porque la productividad laboral no ha aumentado. Esto es absolutamente falso.
La productividad laboral en México ha aumentado, pero los salarios no. De 1990 a 2019, la productividad laboral aumentó en 19%, pero las remuneraciones por hora trabajada disminuyeron en 9% [i]. El problema de México no es que los trabajadores sean improductivos, sino que nuestro modelo económicono ha permitido que sus mejoras en productividad se traduzcan en mejores salarios.
6. Zedillo dijo que durante su sexenio no recaudó más porque el precio del petróleo bajó. Esto es falso.
El precio del petróleo bajó, pero eso no quita que, según datos oficiales de SHCP, durante su presidencia los ingresos tributarios no-petroleros bajaran de 8.6 puntos del PIB a 8.3. Zedillo subió el IVA de 10 a 15% (uno de los impuestos que más pagan los pobres), pero no hizo un esfuerzo por recaudar de los ricos y por tanto quedamos peor.
7. Zedillo dijo que la satisfacción con la democracia en México no ha aumentado durante el sexenio. Esto es falso.
De acuerdo con el Latinobarómetro, la satisfacción con la democracia se ha duplicado durante el sexenio de AMLO.
Zedillo no puede ser visto como una fuente confiable de análisis. Él es y siempre será un político.