Zoé también es nombre de mujer. Zoé Valdés, es una escritora cubana; Zoé Kravitz, es una actriz estadunidense, y recientemente se hizo viral la niña Zoé, que el viernes pasado, en San Luís Potosí, se subió al templete del evento de la presidenta Claudia Sheinbaum y con emoción dijo: “¡Aquí está la presidenta!”
Mi tocaya Zoé compartió que tiene tres años y que ya va a cumplir cuatro. Eso significa que, considerando la esperanza de vida en México, vivirá para ver llegar el año 2100. Tendrá 80 años cuando eso suceda.
La pregunta y el reto es ¿en qué estado de salud llegará la niña Zoé a 2100? Y es que hay datos dignos a valorar. Según el indicador de Esperanza de Vida Saludable, una mujer en México, con una esperanza de vida de 80 años vivirá, en promedio, 68 años con buena salud y 12 con mala, con alguna enfermedad o con alguna discapacidad. Es lo que se conoce como Años de Vida Saludable Perdidos (Avisa). Las principales causas que nos roban años sanos son la diabetes, las enfermedades del corazón, la enfermedad renal crónica y los accidentes de tránsito.
¿Cómo podemos reducir ese lapso de nuestra vida en el que se vive con alguna enfermedad o discapacidad? Existen varias opciones.
Una la vimos el domingo pasado en Guadalupe, Zacatecas, cuando la presidenta Sheinbaum inauguró la nueva Unidad de Medicina Familiar (UMF) no. 58 del IMSS. Esa unidad operará con nuestro modelo histórico: la consulta de Medicina Familiar en el Primer Nivel de Atención.
La Medicina Familiar es una especialidad. Un médico general presenta el Examen Nacional de Residencias Médicas (Enarm) y durante dos años estudia cómo abordar al paciente, con una metodología para el estudio del mismo y de su núcleo familiar.
La doctora Mirna Del Toro, directora de la unidad que inauguramos el domingo, nos dijo: “El médico familiar es el único que se sienta en la mesa del paciente para conocer su entorno y comprender mejor su enfermedad”.
Hoy tenemos datos que nos dicen que las personas que se atienden en el IMSS tienen mejor control de sus enfermedades, y mayor esperanza y calidad de vida que los que se encuentran fuera de la seguridad social.
Otra forma de tener menos años saludables perdidos es eficientando lo que ya tenemos. Por eso en el IMSS ya implementamos 120 Unidades de Medicina Familiar con 587 consultorios de tiempo completo, que operan de lunes a domingo, y tenemos planeado cerrar el año incrementando a 393 unidades y 1 mil 556 consultorios más.
En su mensaje del domingo la Presidenta señaló: “Durante muchos años, la salud se vio como una mercancía, como un privilegio. El objetivo fue privatizar todos aquellos servicios que estaban alrededor de las instituciones de salud; se vio a la salud no como un derecho del pueblo de México, no como el acceso a un derecho, sino exclusivamente como la atención, y en la atención la posibilidad de privatizar los distintos servicios, con esta idea de que el gobierno o lo público no podía administrar de manera adecuada los servicios públicos o esta idea de que solamente el privado tenía la posibilidad de desarrollar un modelo eficiente”.
Hoy estamos convencidos en dos cosas: fortalecer el sistema público y entender la salud no solo como ausencia de enfermedad. Comprender un estado amplio de bienestar, con salud física, con salud mental, estar bien con el prójimo y con uno mismo. Para que Zoé, para que todas las niñas y niños de México ejerzan su derecho a la salud por el simple y glorioso hecho de nacer mexicanas y mexicanos.
Mientras escribo: Ahí mismo en Guadalupe escuchamos el primer gran anuncio en materia de infraestructura hospitalaria del sexenio: Un hospital de especialidades del IMSS en Zacatecas.