Coahuila, sin cifras claras sobre personas desaparecidas

Segunda parte

Las autoridades estatales aceptan que “los números no checan”, pero es porque se trabaja con lo que se encuentra en el camino, explicó Jesús Fernando González Lozano, coordinador del Plan Estatal de Exhumaciones.

Para esta investigación se hicieron docenas de solicitudes de información en las que se pidieron cifras de denuncias. (Mauricio Román)
Esmeralda Sánchez
Saltillo /

Al arranque del Plan Estatal, la Fiscalía General del Estado de Coahuila tenía un reporte de 5 mil 251 personas desaparecidas acumuladas de 2001 a 2017. De estas, mil 876 continuaban en calidad de desaparecidos. En 2020, la fiscalía presentó en su tercer informe de actividades, una nueva cifra: 6 mil 80 desaparecidos, lo cual ahora abarcaba de 2001 a 2020, y de las cuales 2 mil 249 aún no habían sido localizadas. Esto significa que 373 coahuilenses se sumaron a esta terrible lista, de acuerdo con un análisis hecho a partir de los datos obtenidos vía transparencia.

Para esta investigación se hicieron docenas de solicitudes de información en las que se pidieron cifras de denuncias, desapariciones y localización de personas en el estado, esto con el objetivo de analizar el impacto del Plan Estatal en esta problemática, y al cruzar estas cifras se logró determinar que, en el periodo exacto de noviembre de 2017 a septiembre de 2020, se presentaron un total de 2 mil 472 denuncias por personas desaparecidas, las cuales representan un total de 5 mil 847 desapariciones. De estas, 2 mil 151 aún no habían sido localizadas, según la información obtenida.

Estas últimas cifras son diferentes a las que la fiscalía presentó en su último informe, a diciembre de 2020. Ahí reportan 6 mil 80 desapariciones y de estas 2 mil 249 sin localizar. Aunque este reporte tiene un trimestre más, este dato es uno de los más relevantes para determinar los pasos a seguir en el Plan Estatal de Exhumación; pero hacer un conteo de los informes anuales de la FGE de Coahuila resulta casi imposible. En cada uno de los reportes cambian los criterios que se hicieron públicos, se tienen cifras desagregadas por denuncias en el año y de años anteriores, pero no se especifica si estas fueron agregadas en los informes nuevos. Además, todo este baile de cifras proviene de una misma fuente: la Fiscalía del estado.

Durante un mes se buscó a la Fiscalía General del Estado, incluidas sus Fiscalías Especializadas, con el objetivo de aclarar estas cifras, pero hasta el cierre no se obtuvo respuesta.

El Registro Estatal de Personas Desaparecidas y No Localizadas, otro de los objetivos de este plan, tampoco está completo. De acuerdo con una solicitud de información, la Comisión Estatal de Búsqueda (CEB) de Coahuila tenía un avance del 80 por ciento en su conformación hasta agosto de 2020, debido a que este se alimenta de los datos que proporcionan las dependencias que se encargan de la investigación del delito y reciben las denuncias por esta causa.

Según su titular, Ricardo Martínez Loyola, el motivo es que se sigue alimentando, “eso nos va a tomar un tiempo más”, y es que según explica, existen campos entre las bases de datos de la FGE y el registro de la CEB que no son coincidentes, como las personas que denuncian, persona que levanta el reporte y las víctimas indirectas.

Según sus propios datos, obtenidos vía transparencia, la comisión tenía un registro de 527 personas desaparecidas de noviembre de 2017 a septiembre de 2020, una cifra muy por debajo de la Fiscalía; pero a decir de su titular, esta diferencia si bien existe, actualmente es de apenas algunos cientos de personas.

“Ahorita llevamos 2 mil 278 me parece hasta el último corte que teníamos y estos siempre son variables, pueden variar de un mes a otro hasta en 30 personas”.

La crisis de los cuerpos sin identificar

Tanto en el Plan Estatal como en el Informe 2019 de la FGE, se especifica que el estudio estadístico para realizar el PEEIF daba cuenta de 544 cuerpos sin identificar en panteones municipales hasta noviembre de 2017; dos años después, esta cifra subió a 732, es decir 188 más, y la Comisión Estatal de Búsqueda afirma que ya se tienen 887.

Para contrastar esta información, se solicitó vía transparencia a todos los ayuntamientos donde se han exhumado cuerpos su base de datos de fosas comunes. De los siete, sólo Ramos Arizpe y Torreón otorgaron listas, en el primero se informó de 23 cuerpos, de los cuales sólo uno fue entregado, y el segundo reportó un total de 336 cuerpos; 27 están identificados al menos con un nombre y en 83 de los registros la fecha de inhumación no está legible. Esta información se encuentra en una base de datos hecha a mano, hasta ahora no hay nada digitalizado.

El ayuntamiento de Piedras Negras negó en un principio la información, pero luego de un recurso de revisión facilitó registros de sus cuatro panteones. Sin embargo, la solicitud expresa fue cuerpos que se tuvieran en la fosa común, y la respuesta fue una lista de 118 cuerpos perfectamente identificados.

Otra de las inconsistencias fue la reportada por el municipio de Acuña, pues respondieron que ninguno de los dos panteones cuenta con fosas comunes, a pesar de que la Coordinación Estatal, y en el Primer Informe (2018) de la Fiscalía General de Coahuila, se asegura que en esa ciudad se habían documentado la existencia de 156 fosas “de personas cuya trazabilidad de su inhumación no se encuentra plenamente determinada”.

Las fosas clandestinas son el otro problema. La Fiscalía de Personas Desaparecidas informó, a través de una solicitud de transparencia, que en diversos operativos realizados se habían localizado y revisado 87 puntos o centros de inhumación clandestinos, de donde fueron recolectados y asegurados por la Policía Federal y Peritos de la Fiscalía 104 mil 209 restos óseos, pero en ninguno de ellos se ha logrado localizar algún cuerpo completo.

Todas las evidencias encontradas durante los operativos se encuentran en la fase de procesamiento, clasificación y análisis “con el objeto de obtener los perfiles genéticos que serán ingresados en la base de datos con la finalidad de identificar personas en calidad de desaparecidas”. En pocas palabras, sobre estos desaparecidos aún no se sabe nada.

Ricardo Martínez Loyola, comisionado estatal de Búsqueda, agrega que estos restos deben ser trasladados por ley al Centro Regional de Identificación Humana, lo cual apenas está iniciando.

Las autoridades estatales aceptan que “los números no checan”, pero es porque se trabaja con lo que se encuentra en el camino, explica Jesús Fernando González Lozano, subdirector de Unidades de Investigación y Coordinador del Plan Estatal de Exhumaciones. 

“Cuando nosotros iniciamos el plan (eran) como con 400 cuerpos relacionados con las carpetas, pero lógicamente no es eso, cada vez que nosotros encontremos algo que se pueda agregar porque hay alguna sospecha, tiene que ser agregado, tiene que ser investigado, tiene que ser recuperado y tenemos que tratar de identificarlo”.

Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists, en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.

ledz

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