“Me tiré al piso y me hice la muerta”

La sobreviviente del ataque al camión de custodios narra la pesadilla que vivió, luego de ver agonizar a una de sus compañeras.

Más de 200 personas protestaron en el penal. (Karina Palacios)
David Monroy y Karina Palacios
Puente de Ixtla, Morelos /

Esconderse entre los asientos del autobús del Sistema Penitenciario Federal que fue atacado el viernes pasado, en el municipio de Puente de Ixtla, y fingir su muerte, le salvó la vida a Mariel Gámez, quien se desempeña en él área educativa del Penal Femenil de Coatlán del Río, ubicado en la carretera Amacuzac-Michapa, Morelos.

Como todas las mañanas, salió de su casa y caminó hacia el paradero del Monumento a la Madre, donde esperó el autobús junto a ocho de sus compañeros. El primer vehículo, no tardó en llegar, minutos después de las 7 de la mañana ya estaba en el lugar.

Varias de sus compañeras habían descansado, con motivo del Día de las Madres les habían dado ese tiempo para convivir con sus familias, por eso el camión tenía espacio suficiente para trasladarlos.

Al intentar abordarlo comenzó el ataque: de un Sentra rojo, con placas de Guerrero HCZ-1885, bajaron sujetos armados con chalecos naranja con verde, similares a los uniformes de Protección Civil y aunque Mariel no recuerda si usaban cubrebocas o pasamontañas, calificó la agresión de “cruel y cobarde”.

“Siempre me subo en el segundo autobús, porque el primero ya va lleno, pero ese día alcancé lugar. Apenas había puesto un pie en las escaleras cuando comenzaron los disparos, me tiré al piso y empecé a gatear, me escondí en uno de los asientos y me hice la muerta”, relata.

Fue el momento más violento que ha vivido, mantener la cabeza fría para salvarse no fue fácil, pero pensar en el dolor que provocaría la noticia en su familia y sus amigos la hizo perder el miedo “por un segundo”, aunque la balacera duró alrededor de tres o cuatro minutos.

“Sabía que estas cosas pasaban, pero nunca pensé que iba a estar en medio de algo así. (En ese momento) solo me encomendé a Dios y mantuve mi cabeza fría”, cuenta.

Al lado de ella estaba Yanet Aylin, de 39 años, quien a pesar de que suplicó a su verdugo que no la lastimara porque tenía hijos recibió cuatro tiros: “Me tomó de la mano y sus ojos se estaban saliendo de dolor, aún podía hablar, me encargó sus pertenencias y que le avisara a su familia, me dijo a quién marcar y todavía pudo hablar con su familia, se despidió”.

El ataque en el que murieron cinco personas provocó que alrededor de 200 personas se manifestaran en las inmediaciones del penal y horas más tarde viajaran a Ciudad de México para entregar un pliego petitorio al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Piden investigar la omisión y negligencia de los directivos del Centro de Readaptación Social, a pesar de haber amenazas contra los trabajadores, también que se sancione a los responsables y que se apoye de manera económica, jurídica y material a los familiares de las víctimas.

Asimismo, exigieron que se recontrate el seguro de gastos médicos, se establezca una logística de seguridad y se garanticen sus traslados, de lo contrario amagaron con no regresar a laborar hasta que se garantice la seguridad para ellos y sus familias.

A pesar de que el secretario de Gobierno de Morelos, Pablo Ojeda, reconoció que hay amenazas contra las autoridades del Centro Federal de Readaptación Social Femenil 16, los traslados se hacen sin protección.

LAS MÁS VISTAS