En Ciudad de México sigue al alza el fraude denominado fishing. El modus operandi es sencillo: con fotografías falsas del lugar o montos demasiado bajos, los estafadores atraen a interesados en rentar un departamento y al ser contactados piden depósitos con los cuales prometen apartar el inmueble; sin embargo, cuando los interesados hacen la transferencia, el supuesto arrendador desaparece.
De acuerdo con el subdirector de Análisis y Prevención de Delitos Cibernéticos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina, Juan León Moreno, en 2018 hubo 25 casos y este año ya suman 23. Este delito aumenta en periodos vacacionales, cuando los visitantes buscan dónde hospedarse en CdMx.
La cifra parece menor, pero no se tienen más casos documentados: “La gente defraudada no sabe adónde dirigirse y mucho menos a quién señalar, solo tiene la cuenta bancaria en la que hizo el depósito y un número de celular, en el que después ya nadie contesta”, explica el funcionario.
Danna Espinosa cuenta su historia a MILENIO: hace unas semanas decidió buscar un departamento por internet, pero no imaginó que sería víctima de fraude.
Tras varios días parecía haber encontrado un buen lugar, un departamento ubicado en calle Felipe Carrillo Puerto número 94, alcaldía Miguel Hidalgo. El costo, 4 mil 500 pesos por dos recámaras, sala, cocina, comedor, dos baños y un cajón para estacionamiento, todo con servicios incluidos.
Ante la atractiva oferta, Dana escribió al número de contacto: “Me llamó la atención porque estaba a un precio accesible”.
La respuesta del supuesto arrendador, comenta, fue casi inmediata: “Me envió fotos, pero cuando pedí visitar el lugar, me dijo que no podía porque estaba fuera de la ciudad”.
La negociación fue a través de notas de voz por Whatsapp: “Estoy fuera por cuestiones laborales y no es la única interesada, pero si lo quiere, puede depositarme 4 mil pesos y lo aparta”, se escucha en la grabación.
Pero Danna prefirió buscar otros espacios. En esta búsqueda por casualidad encontró el anunció original del departamento.
“Cuando hablé con el verdadero dueño, le dije que ya me había puesto en contacto con otra persona, que estaba el anuncio en internet y me comentó que sí, que varias personas se lo habían dicho y que no solo lo ponía en renta, sino también en venta”.
León Moreno explica que este delito se llama fishing, que en español significa “pescar”.