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  • Un 'Tony Montana' falso camina hacia una muerte de verdad en EU

  • Reportaje
  • Antonio Oseguera copió todo lo que pudo del personaje de ‘Caracortada’ y, como éste, podría protagonizar su propio final trágico. El hermano de ‘El Mencho’ es uno de los 29 enviados a EU.
Un 'Tony Montana' falso camina hacia una muerte de verdad en EU
Ciudad de México /

En 1983, el mundo conoció la película ‘Caracortada’, un clásico del cine de gánsters cuyo protagonista, Tony Montana, era un migrante con antecedentes penales que inició como traficante de drogas de poca monta y creció violentamente hasta convertirse en un capo de altos vueltos con un final tan trágico como memorable.

Ese mismo año, pero en Michoacán, un joven de 25 años se fascinaría con el personaje interpretado por Al Pacino; tanto, que hasta adoptó ese alias para destacar en el mundo criminal de la vida real: Antonio Oseguera Cervantes se convertía en el ‘Tony Montana’ de Aguililla, un pueblo en la frontera con Jalisco, bastión de lo que México conocería años después como el Cártel del Milenio.

Ambos ​​fueron entregados a EU por México el jueves 27 de febrero de 2025. | Especial
Ambos ​​fueron entregados a EU por México el jueves 27 de febrero de 2025. | Especial

La imitación sería tan fiel que, al igual que el personaje ficticio, la vida del ‘Tony Montana’ michoacano llegará también a un desenlace funesto e histórico, tras ser incluido en la lista de los 29 entregados a Estados Unidos este jueves 27 de febrero y ser elegible para la inyección letal.

Pero eso no lo sabe este Tony Montana en 1983. Él sólo sueña con montones de droga tan altos como pilas de billetes.

Nacido en agosto de 1958, Antonio crece como el segundo hijo de cinco. Más chico que su hermano Abraham, ‘Don Rodo’ –reaprehendido este viernes 28– y ocho años más grande que Nemesio, que es de 1966, cuyo nombre también quedará eclipsado por un alias que México conocerá como ‘Mencho’, el despiadado fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación, la empresa criminal y familiar de los Oseguera Cervantes.

Antonio es recordado en Aguililla como un niño atrabancado, hiperactivo y un líder nato. Cada movimiento era emulado con admiración por sus hermanos menores, especialmente Nemesio, con quien compartía un sueño desde la infancia: fugarse al norte y sembrar en Estados Unidos esa mariguana brillante y olorosa que crece silvestre en su pueblo y que es la materia prima con la que las familias de Aguililla se ganan la vida.

Ese sueño lo materializa junto con sus hermanos Nemesio y Abraham en los años noventa, cuando siguen la ruta de las drogas que serpentean por el Pacífico y cruzan a pie el Río Bravo para instalarse en California.

Las amplias autopistas a la orilla de altos edificios no se parecen a ningún camino en su comunidad natal Naranjo de Chila. El american dream se despliega frente a los ojos treintañeros de ‘Tony’, que han visto poco del mundo.

Cada hermano hace su propio camino con contactos comunes: están comprometidos a vender la mariguana cultivada en Michoacán en las calles de California.

De ese modo, ganan ellos como dealers migrantes y ganan sus familias como cultivadoras. La idea de fundar un cártel todavía no cruza la mente de alguno de los tres.

Estar en suelo extranjero resalta las características de cada uno: Nemesio es duro y bravo, mientras que Abraham es sobrio y cerebral.

Tony’, en cambio, es perfeccionista y carismático, lo que será fundamental para convertirse años más tarde en el lavador de activos de la familia y en el contacto con mañosos traficantes de precursores químicos, armas y vehículos robados.

Pero el ‘Tony Montana’ mexicano comete un error en 2001: en un viaje a Misisipi es acusado de daño en propiedad ajena y entra a prisión. Sale pero luego vuelve a entrar a una celda por conspiración para traficar heroína.

La doble falta lo obliga a regresar como deportado a México en 2008. Abatido, desanda el camino del Pacífico hasta volver a Aguililla.

En el reacomodo, nace el CJNG

Lo que encuentra en su regreso es un mundo distinto. Mientras él estaba en prisión extranjera, fundadores del Cártel de Sinaloa como ‘El Chapo’ Guzmán, ‘El Mayo’ Zambada y ‘El Azul’ Esparragoza intentaron crear el más amplio sindicato de grupos del narcotráfico bajo el membrete de La Federación y enviaron a un sinaloense, Ignacio Coronel, a buscar nuevos integrantes en Michoacán y Jalisco.

‘Nacho’ Coronel hizo alianza con la familia más poderosa del pueblo natal de ‘Tony Montana’, los Valencia y su organización llamada Cártel del Milenio.

El ambicioso plan parece que funcionará… hasta que en 2008 los Beltrán Leyva se separan del Cártel de Sinaloa acusando traiciones y exigiendo a las facciones tomar una posición en la guerra. Esos posicionamientos provocan una serie de asesinatos que ensangrientan a los cárteles y al país con una inusual intensidad en los siguientes dos años.

Entre los muchos caídos de esa batalla azuzada por la traición está ‘Nacho’ Coronel, asesinado, y Óscar Nava Valencia, encarcelado. Otros integrantes y aliados de los Valencia son abatidos, arrestados o huyen para salvar su vida. El Cártel del Milenio empieza a vaciarse y la tradición local indica que sólo otra familia puede tomar su lugar.

Los Oseguera Cervantes levantan la mano y ocupan el espacio vacante ofreciendo más trabajo a los campesinos gracias a su experiencia en el extranjero, así como una defensa férrea del territorio contra el arribo de Los Zetas.

Al engendro lo llaman Cártel Jalisco Nueva Generación con una doble intención: demostrar que tenían una mirada más allá de Aguililla, Michoacán, y que sus integrantes ofrecerían un manejo inédito de la empresa criminal local en beneficio de su base social.

En Tierra Caliente, Michoacán, los pocos habitantes que hablan sobre el CJNG recuerdan que, en 2009, el nuevo cártel se ideó como un triunvirato, más que un feudo con un solo rey: aunque ‘El Mencho’ se coloca al frente de la organización criminal, sus dos hermanos funcionan como poderes paralelos.

Abraham se consolida como el encargado de logística, alianzas y guerras, y ‘Tony Montana’ como operador financiero y armamentístico.

Llega el 2010 y cada vez se parece más al personaje de Al Pacino: migrante con antecedentes penales que crece de ‘small drug dealer’ a ‘big fucking deal’ en el crimen organizado. Incluso, cuentan que cuando viaja armado por Jalisco le gusta repetir frases del filme ‘Caracortada’ con un acento que pretende ser el de un angloparlante nativo: “Say hello to my little friend!” (¡Saluda a mi amiguito!).

En la mira de los yanquis

En 2015, el ‘Tony Montana’ mexicano es víctima de su propio éxito criminal. Encumbrado como un importante delincuente en la lista de 122 objetivos prioritarios del gobierno federal encabezado por el ex presidente Enrique Peña Nieto, es detenido tras un operativo militar en Tlajomulco, Jalisco.

A pesar de que su arresto es planeado cuidadosamente por la Secretaría de la Defensa Nacional, el hombre de entonces 57 años sólo pasa un año en prisión. 

Un juez federal asegura que no hay pruebas suficientes para asegurar que ocupa un alto puesto en el Cártel Jalisco Nueva Generación y que sí es un empresario de vida impoluta. Bajo la sospecha de haber recibido un soborno del crimen organizado, el juzgador dicta su libertad.

Ese mismo año, 2016, Estados Unidos vuelve a poner la mirada sobre ‘Tony Montana’: quien fuera un interno apocado en las celdas californianas ahora es reconocido por el Departamento de Justicia de Estados Unidos como uno de los principales traficantes de drogas sintéticas hacia su territorio y su nombre ingresa a la lista negra OFAC (siglas inglesas de Oficina de Control de Activos Extranjeros) para impedir que cualquier persona física o moral estadounidense haga negocios con él.

La vida entonces comienza a parecerse a la ficción. Como en la película, el protagonista se siente acorralado y comete más y más errores. Se vuelve desconfiado, paranoico, incluso su personalidad dicharachera se opaca ante los constantes ataques de ansiedad.

‘El Mencho’ ve la transformación de su hermano mayor y ante el temor de que caiga –y con él todos los secretos del cártel queden expuestos– lo relega a tareas menos relevantes.

‘Tony Montana’ empieza su descenso de la cúspide criminal, mientras otros más jóvenes como ‘El Sapo’ o ‘El Jardinero’ ascienden en el organigrama.

El movimiento anticipado del ‘Mencho’ pone a salvo al Cártel Jalisco Nueva Generación: en 2022, de nuevo en Tlajomulco, Jalisco, ‘Tony Montana’ cae y esta vez es definitivo. Al igual que siete años atrás, es esposado sin resistencia. Sus armas sin usar quedan guardadas en el cajón. Los datos sensibles del cártel siguen bajo llave.

Desde el 20 de noviembre de hace tres años, el penal federal del Altiplano en el Estado de México se vuelve su casa. Las pocas actividades que realiza las hace en una celda en el pasillo 2 del área de máxima seguridad… hasta este jueves 27 de febrero.

Aún de madrugada, ‘Tony Montana’ es llamado por los custodios. Y sin la luz de día es trasladado hasta una camioneta que lo lleva a un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, que aterriza en Washington D.C.

Con él, viajan el ‘Z-40’, el ‘Z-42’, ‘El 85’, ‘El Chicles’, ‘El Nito’ y Carlos Algredo Vázquez, también del CJNG. Todos son parte de un paquete de 29 capos del crimen organizado que son entregados en distintas ciudades de la Unión Americana para ser juzgados como terroristas. Es un vuelo que le impedirá retornar a Aguililla, Michoacán o a Tlajomulco, Jalisco.

En ‘Caracortada’, el Tony Montana interpretado por Al Pacino muere asesinado por la espalda, rodeado de enemigos. En la vida real, ‘El Tony Montana’ de Michoacán podría morir en soledad, sentenciado a la inyección letal.


HCM


  • Óscar Balderas
  • Oscar Balderas es reportero en seguridad pública y crimen organizado. Escribe de cárteles, drogas, prisiones y justicia. Coapeño de nacimiento, pero benitojuarense por adopción.

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