Académicos prevén 'lluvia' de amparos por nueva Ley de Ciencia

La investigadora Alma Maldonado advirtió que la ley fue producto de las peores prácticas legislativas.

Investigadores se oponen a ley elaborada por el Conacyt (Twitter)
Blanca Valadez y Alma Paola Wong
Ciudad de México /

La comunidad académica y científica prevé una lluvia de amparos ante la nueva Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI), pues advirtieron que tiene un carácter centralista, autoritario y discriminatorio.

Alma Maldonado, especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), advirtió que la ley fue producto de las peores prácticas legislativas y no dudó que la comunidad científica presente recursos legales ante el Poder Judicial.

Recordó que el 26 de abril por la noche, las comisiones unidas de CTI y de Educación de la Cámara de Diputados aprobaron sin revisión la iniciativa presidencial, a pesar de que se habían completado solamente dos foros de parlamento abierto, violando los acuerdos de las propias comisiones de realizar 7 foros temáticos. 

En la madrugada del 27 de abril, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa sin considerar la mayoría de las sugerencias que se presentaron en los foros.

El 28 de abril, el Senado recibió la ley de parte de la Cámara de Diputados. Esa misma tarde la Comisión de Ciencia y Tecnología se reunió sin alcanzar el quórum para sesionar por lo que no se turna al pleno. 

Sin embargo, en la madrugada del 29 de abril, el pleno del Senado conformado únicamente por Morena y sus aliados, introdujoen el orden del día un punto para modificar la composición de la Comisión de Ciencia y Tecnología, a la cual incorpora a dos senadores más de la mayoría oficialista.

Con ello, la Comisión alcanzó el quórum necesario y, sin discutir el documento, firma un dictamen aprobatorio. Pasadas las 02:00 horas y en una polémica votación, el pleno del Senado aprobó la ley y la turnó al Poder Ejecutivo para su publicación.

Con este proceso, expuso Maldonado, México desaprovechó la oportunidad de contar con una ley que impulse la ciencia y tecnología, y brinde certeza a la actividad científica y académica del país.

Añadió que los legisladores aprobaron una ley a espaldas de la comunidad que representa el establecimiento de un marco jurídico antidemocrático para la realización de investigación científica, humanística y tecnológica en México.

David Romero, investigador del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM, coincidió que la nueva ley es producto de un “atropello legislativo” en la que se restringe la libertad académica de los investigadores, se impone una estructura jerárquica y burocrática que relega la opinión de científicos, cuerpos colegiados, y universidades.

Los investigadores que forman parte de la Red procienciaMX, junto con más de 600 académicos, advirtieron que la nueva ley es discriminatoria porque no garantiza el derecho a una participación ciudadana autónoma, según los mandatos del inciso 5 del artículo 3ero de la Constitución y en discrepancia con los Pactos de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, firmados por México.

Lamentan académicos aprobación “fast track” de la Ley de Ciencia

Académicos lamentaron aprobación fast track de la Ley de Ciencia "oficial y centralista, carente de legitimidad y de garantías para financiar adecuadamente las áreas de Humanidades, Tecnología e Innovación".

“La Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación (LGHCTI) carece de políticas de progresividad, compromiso financiero, lineamientos para fomentar los sectores productivo y empresarial, impulso a los Centros Públicos de Investigación (CPI) y desarrollo de estándares de calidad y excelencia en la investigación”, explicó Gabriela Dutrénit Bielous, especialista en economía de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

María Brenda Valderrama Blanco, investigadora de biotecnología por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hizo un recuento del proceso en que fue aprobada la LGHCTI y las consecuencias de que haya sido aprobada en los términos que se establecen.

“Bajo los términos de la Ley, se determina la desaparición del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) al definirse un nuevo organismo con otra estructura y personalidad jurídica, diferente a las funciones que ya ejerce dicho cuerpo gubernamental”, dijo.

El investigador del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO), Jorge Mauricio Flores Moreno, comentó que dicha legislación promueve un déficit en los centros a partir del fraccionamiento de competencias, la federalización y el cambio en el financiamiento, situación que se recrudece considerando las posibles interpretaciones distintas que puedan tener los términos de la esa ley.

Respecto a la situación para las instituciones privadas de educación superior con la LGHCTI, el secretario general de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), Bernardo González Aréchiga, señaló que dicha legislación excluye el apoyo a tales instituciones, así como hacia los posgrados de investigación derivados de dichos centros educativos.

Flavia Loarca Piña, directoria de Investigación y Posgrado de la UAQ, señaló que, con la legislación, disminuye la certeza en los procesos de evaluación establecidos y el otorgamiento de becas para dichos programas educativos.

“La UAQ está planeando tener una autoevaluación interna para que, en el momento dado en que llegue la Secretaría de Educación Pública (SEP) a cambiar los procesos de evaluación, la institución ya esté lista. No nos debemos de confiar”, mencionó Loarca Piña.

En el conversatorio “¿Qué pasa con la Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación (LGHCTI)?” organizado por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y llevado a cabo el 1 de mayo, su rectora Teresa García Gasca, detalló que dicha Ley fue aprobada en medio de una sesión en la que se forzó el quórum legal y no hubo legitimidad en el proceso.

“Los legisladores de oposición no se presentaron a la convocatoria de la sesión en donde se aprobó esta —que fue en una sede alterna y posterior a que legisladores del partido mayoritario y aliados se reunieran con el titular del poder Ejecutivo federal—“, indicó.

Además, añadió, no se llevaron a cabo los parlamentos abiertos que se habían comprometido para analizar la ya aprobada LGHCTI en el Senado.

“Genera preocupación en la comunidad académica, toda vez que se promueve una reconfiguración centralista que afecta negativamente a dicho sector.
“Se había aprobado ya la ley en la Cámara de Diputados, en donde solamente se realizaron dos de siete parlamentos comprometidos, y de ahí pasa al Senado, en donde teníamos la esperanza de que la Cámara Alta retuviera la LGHCTI para que pudiera ser analizada con mayor profundidad; no fue así”, lamentó la rectora.

JLMR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.