Las comisiones que cobran las afores (administradoras del fondo para el retiro) desincentivan el ahorro y no permiten que pueda madurar la Ley de Pensión del régimen de 1997.
Las afores cobran comisiones por saldo, siendo este elevado.
Actualmente la comisión ronda 0.98 por ciento en promedio, mientras que en otros países esa comisión oscila los 0.5 por ciento, lo que significa que las afores son caras y castigan el ahorro, expresó José Efrén Cornejo Garza, director del programa académico de la licenciatura de Economía de la Universidad de Monterrey (UDEM).
“Tenemos que trabajar en el cobro de comisiones, hacer que estas afores sean no solamente competitivas en México, sino internacionalmente. Si en otros países están cobrando comisiones por debajo de 0.5 por ciento ¿por qué nosotros no hemos sido capaces de estar en esos niveles?”.
El especialista señaló que el gobierno mexicano ha sido muy permisivo, lo que ha dado lugar a estas comisiones altas.
Lo correcto sería que cobrarán la comisión por el rendimiento obtenido, esto obligaría a las afores a que generen buenos rendimientos, porque hoy en día cobran por saldo y eso lo tienen fijo y seguro durante 25 años, lo que representa un negocio redondo, aseguró Cornejo Garza.
Agregó que las afores no tienen los recursos suficientes para enfrentar el problema porque ha habido factores que han afectado, por un lado, las diversas tormentas financieras que se presentan. Por ejemplo, la crisis financiera de 2008, aunado a que el mexicano promedia su esperanza de vida en 75 años.
El director del programa académico de la licenciatura de Economía de la UDEM afirmó que ya hay daños colaterales, pues una parte de la población será afectada, por lo que consideró que se requerirá de actuarios que ayuden a proyectar escenarios.
Opinó que no se puede decretar un aumento de la edad en promedio de jubilación sin antes considerar primero las condiciones de salud; porque se le va a exigir a una persona que siga trabajando hasta los 65 años, “cuando el pobre ya anda arrastrando los pies”.
Agregó que cada persona enfrenta el deterioro de la salud de acuerdo con el ritmo de vida que ha llevado, por lo que hay que entender que todos los trabajos son diferentes y exigen condiciones diferentes, por ende, la afectación es diversa.
Por su parte, Julio César Arteaga, catedrático e investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), detalló que hay un cambio muy importante entre la antigua Ley del IMSS y la de las afores, pues esta tiene que ver con el número de semanas cotizadas.
En la Ley del IMSS 1973 se pide que se tengan 500 semanas, lo que significa unos 10 años o más de trabajo, hoy se pide que sean mil 250 semanas, que corresponden a unos 25 años laborales.
Si consideramos que el trabajador en México no tiene un ingreso fuerte y muchas veces lo que busca es una liquidez, sacrifica el ahorro.
Propone que se aumente la tasa de ahorro o incrementar los años en que se ahorra, es decir, en lugar de pensionarse a los 65 años que sea a los 68.
Explicó que lamentablemente no todos están en la economía formal, pues hay un porcentaje considerable que se encuentra en informalidad y otros que trabajan bajo el esquema de honorarios, lo que hace que el trabajador no cotice en el IMSS.
Arteaga consideró que en este momento se está en el punto más crítico, porque está a punto de jubilarse la primera generación del régimen de la Ley de 1997.
Y los millennial….
De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) y la firma Buendía & Laredo, las personas de entre 18 y 40 años simplemente no están tan preocupadas por su jubilación.
Un 56 por ciento de los entrevistados cree que en el momento de su retiro algún familiar, principalmente los hijos, se hará cargo de ellos; el 40 por ciento respondió que no requerirá de nadie y el 4 por ciento restante simplemente no supo qué contestar.
La encuesta refiere que tan solo el 15 por ciento afirmó que se mantendrá de sus ahorros, 14 por ciento planea hacerlo con su pensión y un 3 por ciento adicional tiene fe en que el gobierno velará por ellos en su vejez.
Diferencias
En la Ley del IMSS de 1973 se pide que se tengan 500 semanas cotizadas, lo que significa unos 10 años o más de trabajo, hoy se pide que sean mil 250 semanas, que corresponden a unos 25 años laborales, aproximadamente.
Propuesta
El especialista de la UDEM, José Efrén Cornejo Garza, propone que se aumente la tasa de ahorro o incrementar los años en que se ahorra, es decir, en lugar de pensionarse a los 65 años, que sea a los 68.