En México 2 millones 150 mil 582, es decir el 7.5 por ciento, de niños 5 a 17 años sufren explotación laboral, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF).
Las instituciones participantes en el sondeo detallaron que de esa cantidad, se reporta un total de 132 mil 845 tiene labores clasificada como permitidas.
- Te recomendamos Escuelas podrán decidir si continúan con actividades presenciales en CdMx: AEFCM Política
Sin embargo, se revela que 2 millones 17 mil 737 de niños realizan “actividades no permitidas” y un millón 128 mil 898 participan en labores peligrosas.
En el foro "Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil", las dependencias federales resaltaron la importancia de generar una infancia protegida, que los 28 millones 522 mil 295 de 5 a 17 años no efectúen trabajos, menos sin tener la edad, y sean objeto de explotación.
El director General de Previsión Social de la STPS, Omar Nacib Estefan Fuentes, recordó que el trabajo infantil está prohibido en México y que la legislación nacional prevé ciertas condicionantes para que personas mayores de 15 años puedan ejercerlo, con la autorización de sus madres, padres o tutores, y siempre que las actividades que realicen no los pongan en riesgo y puedan seguir estudiando.
Al dar la bienvenida a las y los asistentes, en representación de la titular del DIF Nacional, María del Rocío García Pérez, el Procurador Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, Oliver Castañeda Correa, destacó que en el mundo millones de niñas, niños y adolescentes trabajan en condiciones diferentes a causa de la pobreza.
México no escapa. Son múltiples factores que llevan a niñas, niños y adolescentes a trabajar, entre ellos, pobreza, falta de acceso a la salud, abandono de la educación o para cubrir los gastos que ésta genera, la necesidad de apoyar en negocios familiares, desarraigo cultural, patrones culturales, y laborar en actividades peligrosas porque sus padres también lo hacen.
Los Impulsores de la Transformación realizaron diversas preguntas debido al interés que les despertó el tema, entre ellas, ante quién se debe denunciar cuando una niña, niño o adolescente se le obliga a trabajar o se le explota, incluso por su propia familia.
Los especialistas recomendaron acudir a las Procuradurías Federal o estatales de Protección, a la Guardia Nacional y contarlo a una persona adulta de confianza, para que les ayude a formalizar su queja.
También expusieron que en muchas ocasiones, las niñas, niños y adolescentes trabajan por la necesidad de contribuir al gasto familiar, ya que la difícil situación económica y los bajos salarios no dejan otra alternativa.
En tanto, Estefan Fuentes añadió que el gobierno federal impulsa una reingeniería del gasto para brindar apoyo a las familias y evitar que hijas o hijos deban trabajar y abandonen la escuela, porque al hacerlo, corren el riesgo de repetir el ciclo, pues como en la adultez asumirán empleos precarios y requerirán del apoyo de sus descendientes para tener un ingreso suficiente.
La directora General de Normatividad, Promoción y Difusión de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del DIF Nacional, Lizbeth Eugenia Rosas Montero, quien moderó el foro, aseguró que por primera vez en muchos años, se trabaja en estrategias coordinadas de los diferentes niveles de gobierno para implementar políticas públicas a favor de las personas más vulnerables.
Lo que hace falta, apuntó, es que la información sobre los programas sociales se difunda y sea accesible a las personas que lo requieren. Invitó a las niñas, niños y adolescentes participantes a informarse sobre las acciones de este tipo que se ofrecen en sus estados y municipios para orientar y canalizar a las familias que se encuentren en situación económica difícil y evitar así que se recurra al trabajo de la niñez.
OMZI