El cierre de escuelas por la pandemia de covid-19 provocó que al menos 627 mil 229 estudiantes de preescolar dejaran de asistir a la escuela en el país.
Además, en primaria, 507 mil 845 estudiantes ya no se volvieron a matricular y la autoridad educativa no ha emprendido una estrategia para reinsertarlos en las aulas, advirtió un estudio de las organizaciones México Evalúa y la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
- Te recomendamos Covid largo, nueva alerta pendiente por atender: OPS Política
Es el caso de Yaretzi, de 7 años, y Frida Sofía de 4 años.
Jimena, la madre de Frida, acomoda su puesto de pulseras en el centro de Coyoacán, mientras las niñas usan como mesa de juguetes una de las bancas del Jardín Hidalgo. Yaretzi es la hermana de Jimena, madre soltera de 21 años, originaria de Pahuatlán, Puebla, cuya vida completa ha transcurrido en la Ciudad de México.
Ninguna de las niñas se ha matriculado en la escuela y Jimena no sabe leer ni escribir, por lo que su mayor enseñanza a las pequeñas es el otomí, su lengua materna.
Aún no sabe cuándo inscribirá a las niñas a la escuela porque, asegura, la pandemia ha complicado todo, desde la parte económica hasta los requisitos que le exigen en el plantel.
“Espero que el otro año lo pueda hacer (inscribirlas) porque ahorita no hay tiempo, les piden muchos útiles y casi no sale para comprar materiales, uniformes. Además, les piden que ya hayan cursado la escuela, pero cómo lo van a hacer si las cerraron y no había dinero”, cuenta.
Foto: Melanie Torres
En Paseo de la Reforma, muy cerca de la Embajada de Estados Unidos, Moisés ayuda a cuidar el puesto de artesanías de su madre, María Carmela. El adolescente de casi 15 años dejó inconclusa la secundaria debido a la pandemia de covid-19. María Carmela, originaria de Querétaro, no sabe leer ni escribir, y aunque anima a su hijo a seguir estudiando, no ha podido ayudarle en el rezago educativo que arrastra.
Mientras termina de elaborar una Lele, la tradicional muñequita otomí, la mujer relata que antes de que comenzara la pandemia, Moisés cursaba el primer año de secundaria en una escuela ubicada por el metro Juanacatlán, pero el confinamiento lo afectó debido a que ya no pudo continuar con sus estudios ni el contacto con el maestro, pues no tenían computadora o teléfono inteligente.
Reprobó los exámenes y no pudo pasar a segundo grado de secundaria y le recomendaron recursar primero, por lo que decidieron esperar a que pasara un año para reincorporarse a la escuela. Pero en el plantel ya no hubo cupo y el analfabetismo de María Carmela ha sido un obstáculo para buscar opciones educativas para su hijo, por lo que se acercó a la alcaldía Cuauhtémoc, en donde le dan clases de regularización de matemáticas.
María Carmela espera que eso le sirva para hacer el examen de ingreso al bachillerato, aunque Moisés no haya terminado formalmente la secundaria y carezca del certificado del nivel educativo.
La mujer otomí tiene otro hijo que la observa a la distancia, un joven de 21 años que no ha terminado la preparatoria aún y debe vender pelucas en el cruce de Paseo de la Reforma y Florencia, porque ya es padre de un hijo de 4 años que tampoco está matriculado en el sistema educativo. “Veremos si entra el próximo año, ahorita no hay cómo”, comenta.
Caída de matrícula se agravó
El análisis realizado por México Evalúa y la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Instituto Tecnológico de Monterrey advirtió que más de medio millón de estudiantes dejaron de asistir a la escuela tras la pandemia.
Entre el ciclo escolar 2019- 2020 y 2020-2021, la mayor caída en la matrícula la presentó el nivel preescolar, con 13 por ciento, lo que significa que 627 mil 229 menores no se inscribieron; seguida de la educación media superior, 7 por ciento, con 366 mil 954 jóvenes que no se volvieron a matricular; primaria con 4 por ciento, unos 507 mil 845 niños; secundaria, 3 por ciento, 168 mil 595 jóvenes; y superior, 1 por ciento, 51 mil 941.
Si bien todas las cifras de caída en la matrícula son relevantes, en el caso de preescolar son aún más preocupantes, ya que la falta de educación inicial incidirá en las bases del desarrollo cognoscitivo, físico y social del futuro estudiante, advirtió Marco A. Fernández, investigador de México Evalúa.
El también especialista de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey recalcó que el preescolar permite sentar las bases para el resto de la trayectoria educativa, por lo que no se puede considerar que “después se pondrá al corriente”.
“Vamos a tener una generación con grandes deficiencias, la factura para el país va a ser mayúscula, se calcula un retroceso de por lo menos año y medio de escolaridad. Decrecimos en la cobertura y lo que va ocurrir es que sin bases educativas como preescolar y estudios truncos, los jóvenes de este país van a tener menos oportunidades”, advirtió.
En la reforma educativa de 2019, la educación inicial, que es la formación de los 0 a los 6 años de edad, se integró dentro de la educación obligatoria. No obstante, la falta de estrategias para garantizar la cobertura e inclusión educativa y los efectos de la pandemia, provocaron la caída de la matrícula.
“Si de por sí son edades inquietas que requieren de mucha atención de parte del docente y la autoridad hizo nulo esfuerzo para facilitar la comunicación entre los docentes y los chiquitos en general, ahí están los resultados.
“La gran pregunta es: ¿van a transitar a la primaria?, ¿cuántos lo van a hacer? Y cuando lo hagan van a traer esta desventaja importante de no tener antecedentes educativos de formación en el preescolar”, señaló Fernández.
El especialista advirtió que aún no se conoce con claridad las razones de la caída en la matrícula, ya que no sólo obedece a razones económicas, pues muchos estudiantes dejan la escuela porque arrastran problemas de deficiencias en aprendizajes que se acumulan con el tiempo hasta que se frustran.
Un análisis, insistió, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no está realizando. “Hay chicos que no están aprendiendo, se frustran, no hay un acompañamiento y dejan la escuela”, explicó.
DMZ