A la fecha el acuífero del Valle de Toluca es uno de los más sobreexplotados de México, ya que está en veda y tiene un déficit de 124 mil millones de litros al año.
De acuerdo con Ricardo Álvarez Herrera, presidente de la Comisión Técnica de Aguas Sustentables del Acuífero del Valle de Toluca (COTASAVT), algunas alternativas para mantenerlo vivo son realizar una menor extracción, es decir, aprovechar los escurrimientos para que no lleguen de nuevo a los cuerpos de agua y no se contaminen.
Así como infiltrar líquido al subsuelo a través de técnicas especiales y modernas en aproximadamente 250 mil hectáreas de cultivos para evitar el escurrimiento y por ende la evaporación.
“También es importante reutilizar, hay que tratarla y reusarla, por lo que ya presentamos una propuesta al presidente municipal Juan Rodolfo Sánchez”.
El acuífero, expresó, es como una esponja pero con miles de toneladas de tierra y materiales que lo presionan, por ello es muy difícil recuperarlo. Lo importante, agregó, es mantener húmeda dicha esponja. Lo más trascendental es no llegar al punto crítico de la carencia.
Sostuvo que cómo son aguas del subsuelo es difícil saber cuántos metros cúbicos quedan; sin embargo, el hundimiento acelerado del suelo en ciertas zonas demuestra que los mantos acuíferos se están agotando.
“Hemos buscado con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) cómo utilizar las fuentes superficiales para darles uso y así aminorar la extracción del líquido. Hemos establecido que las subterráneas deben ser de emergencia”.
Foro
Resaltó, el próximo 23 de abril se llevará a cabo el primer foro de Seguridad Hídrica y Prácticas Exitosas de las Empresas y los Municipios, que abordará los temas de seguridad jurídica, culturización y socialización.
“Habrá especialistas y participarán todos los usuarios con sus prácticas exitosas, el eje de especialización es el Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrario y Pecuario (INIFAP)”.
Álvarez Herrera lamentó que a la COTASAVT no se le dé la importancia que tiene, aunque se trata de una organización civil compuesta por usuarios del agua y los prestadores de servicios que tienen una concesión subterránea en uno de los 24 municipios que componen el alto Lerma.
“Estamos impulsando que no se vea solo el agua subterránea sino la superficial, la cual tiene una gobernanza diferente pero una incide en la otra”.
LC