El Frente Unido por el Cáncer de Pulmón hizo un llamado a los legisladores, así como a las autoridades del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), a saldar la deuda histórica con “mayor presupuesto y no recortes” con las personas que viven con cáncer de pulmón, enfermedad que se ubica entre las diez primeras causas de incidencia y mortalidad en México.
En conferencia de prensa, el Frente Unido por el Cáncer de Pulmón, integrado por las organizaciones Respirando con Valor, Fundación de Alba y Fundación Salvati, indicó que han sostenido Mesas de Diálogo de Parlamento Abierto rumbo al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, en la Cámara de Diputados, en las cuales manifestaron su preocupación por carecer de un presupuesto específico para la atención del cáncer de pulmón.
“Para el próximo año se contempla un recorte al único programa existente para este padecimiento, que es el dedicado a mujeres con cáncer de pulmón no fumadoras y poblaciones vulnerables. Sabiendo que sin un plan y sin recursos, la atención integral del cáncer de pulmón es solo un deseo, se vuelve urgente resolver la asignación de un presupuesto sostenible y progresivo”, de acuerdo con el posicionamiento.
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Para la asignación de este presupuesto, quienes integran el frente sugieren tomar como base los montos señalados en diversos estudios, lo que sería, aproximadamente, 254 mil 600 pesos por paciente, de acuerdo con el estudio Incidencia, mortalidad y costos de la atención por cáncer de pulmón en el Instituto Mexicano del Seguro Social, realizado por Rascón y Pacheco (2019).
“Un monto general de 608 millones 681 mil 855 pesos, de acuerdo con el estudio Análisis de Impacto Presupuestal del Cáncer de Pulmón de Células no Pequeñas en México 2018– 2025”, explicaron en el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Pulmón, el 17 de noviembre.
El Frente Unido por el Cáncer de Pulmón destacó que ha realizado peticiones muy puntuales ante los legisladores, como incluir al cáncer de pulmón en el catálogo de intervenciones con cobertura del Fondo Nacional de Salud para el Bienestar; asignar recursos específicos para poner en marcha el Protocolo Técnico de Atención de cáncer de pulmón que garantice la atención a personas sin seguridad social bajo un enfoque progresivo y sostenible.
Además, han solicitado mantener las acciones para la igualdad de mujeres y hombres en las partidas presupuestarias del Anexo 13 en el PEF 2022.
Tomando en cuenta que el PEF requiere aportar recursos para solucionar muchos problemas que afectan a las y los mexicanos, Fanny Romero, directora institucional de Respirando con Valor, señaló que los recursos para la atención del cáncer de pulmón, y otras enfermedades relacionadas con el tabaquismo, deben provenir de lo que hoy se recauda por el impuesto especial al tabaco, que representan un monto superior a los 50 mil 500 millones de pesos.
En conferencia de prensa, Miryana Pérez-Vela Nieto, directora general de Fundación de Alba, señaló que, a lo largo de 2021, el Frente Unido por el Cáncer de Pulmón ha trabajado intensamente de la mano de médicos y especialistas con acciones puntuales, entre las que destacan la realización de cursos de actualización para casi tres mil médicos de primer nivel; la creación de una red de referencia entre médicos especialistas y de primer contacto; la implementación, en conjunto con Conadic, de la campaña #RespiraSalud sobre factores de riesgo para esta enfermedad y la realización del estudio Cáncer y desigualdades sociales en México 2020, en conjunto con el Colegio de México, en el que se hizo patente la manera en que la desigualdad afecta la atención del cáncer en nuestro país.
Covid-19 y cáncer de pulmón
La pandemia de covid-19 impactó en la atención de los pacientes con distintos tipos de cáncer, en específico para los pacientes con cáncer de pulmón, pues algunos ya tenían diagnósticos, hubo demoras en su atención y las consultas médicas fueron reprogramadas en lapsos de hasta tres meses. La consecuencia en varios de estos casos ha sido la progresión de la enfermedad
Los pacientes se vieron obligados a pagar una consulta privada ante la falta de opciones en el sector público. Por el miedo a contraer el covid-19, algunos pacientes dejaron de asistir a sus consultas hospitalaria. De los pacientes a los que el frente atendió en temas de navegación, diez que recibían atención en el INER fueron canalizados al INCan, lo que generó retraso en las consultas y el seguimiento de tratamientos.
Las afectaciones a la atención de la salud de las y los pacientes se han hecho visibles, en general, en todos los pacientes que se atienden en el sistema nacional de salud.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición sobre covid-19, durante 2020, revelan que el 45 por ciento de los pacientes del ISSSTE, 57 por ciento de los pacientes del IMSS y 29 por ciento de otros servicios públicos recurrieron a servicios privados.
Adicionalmente, hubo pacientes que no se atendieron por falta de dinero o por miedo al contagio. El efecto también ha sido notorio en el gasto de las familias. El estudio Interrupción de los servicios de salud por covid-19: implicaciones en el gasto de bolsillo realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), reporta un incremento de 40 por ciento entre 2018 y 2020, al pasar de 2 mil 358 pesos a 3 mil 299 pesos.
De los tres elementos que componen el gasto de bolsillo para el CIEP –atención primaria, atención hospitalaria y medicamentos— el mayor incremento se presentó en el gasto de medicamentos, que fue de 68 por ciento, al pasar de 366 pesos en 2018 a 632 pesos en 2020.
La medición de pobreza 2020 del Coneval también arrojó datos sobre la situación de los pacientes oncológicos. En 2020, la pobreza y la pobreza extrema en el país se incrementaron con respecto a 2018, en buena medida por la falta de acceso a servicios de salud.
En el ámbito de la salud, la carencia por acceso a los servicios de este tipo incrementó de manera alarmante en 12 puntos porcentuales, al pasar de 20.1 a 35.7 millones de personas, esto es 15.6 millones de personas más que en 2018. Fue mayor en Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
ROA