La falta de respuesta ante la contingencia generada por el coronavirus en materia científica se presenta por una limitada inversión del gobierno federal que es menor a medio punto del Producto Interno Bruto (PIB) y porque el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) solo se preocupa porque sus investigadores realicen publicaciones y no impulsa el desarrollo de tecnología aplicada a problemas concretos.
En el punto anterior coincidieron Juan Manuel López Oglesby, investigador en Mecatrónica, y Heriberto Vázquez Sena, investigador de la Facultad de Ingeniería Civil, durante la mesa de análisis “El desarrollo tecnológico que México requiere”, que organizó la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
Por un lado, López Oglesby comentó que con las políticas actuales, el Conacyt solo se preocupa por las publicaciones que realicen los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), a quienes no les da tiempo aplicar la tecnología porque las evaluaciones son cada tres años; mientras que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) tarda más de tres años y medio en otorgar patentes.
“A manera práctica, lo único que les importa es que publiquen artículos los investigadores del sistema y que se vayan al siguiente artículo. No les importa desarrollar tecnología. El periodo del SNI son tres años. El IMPI tarda entre tres y tres años y medio en desarrollar la patente y solo es una patente o el lanzamiento con esa patente lo que llegaría a valer algo en Conacyt”, comentó.
Señaló que la falta de desarrollos tecnológicos mexicanos ante el coronavirus, no es resultado de la falta de interés de los investigadores sino la falta de apoyos y políticas del gobierno federal desde gestiones pasadas para el desarrollo de ciencia aplicada.
“No es por la falta de compromiso de los científicos, es porque los van a castigar con recursos. Un científico es más contratable. Yo no culpo a los investigadores. Muchas de las soluciones se quedan en artículos y no en la aplicación. México invierte menos en sus científicos que casi cualquier otro país. Estamos gastando menos de medio punto porcentual en ciencia, pese a que la ley marca un uno por ciento como mínimo. La solución no es reducir más. No le veo el beneficio, es simbólico”, apuntó.
Respecto a la invitación que realizó María del Carmen de la Peza, directora de Desarrollo Científico del Conacyt, para que los investigadores realicen donaciones para apoyar a la salud ante la contingencia, López Oglesby resaltó que se trata de una propuesta para llamar la atención, pero no es la solución de fondo.
“Es una medida de emergencia y tardía, no sé que tan efectivo pueda ser. Sin duda, es meternos en diferentes controversias. Estamos viendo uno de los resultados de este enfoque de falta de apoyo a la ciencia. Se tendría que optar por formar capital humano, generar patentes, trabajar en academia”, apuntó.
Por su parte, Heriberto Vázquez Sena, catedrático de la Facultad de Ingeniería Civil, resaltó que la propuesta de Conacyt para que los investigadores realicen donativos, sería un monto simbólico y lo que más ayudaría para enfrentar la contingencia son políticas para el desarrollo de ciencia aplicada.
“En lugar de estar pensando en una donación ante la pandemia, el camino es impulsar, desarrollar apoyos para el investigador para que pueda presentar tecnología. Es necesario pensar en las herramientas para el investigador”, apuntó.
mpl