Cada 22 de noviembre las personas dedicadas a la música están de fiesta porque se celebra el Día Internacional del Músico y también porque se conmemora la muerte de Santa Cecilia, venerada como su patrona religiosa.
Los grupos musicales, charros, conjuntos y trovadores llevarán serenata y entonarán las mañanitas en el Templo San Felipe Neri La Concordia, que se ubica en la esquina de la 3 Sur y 9 Poniente de la ciudad de Puebla.
Otros músicos harán lo propio en la plazuela de los Sapos o en la que se localiza en la entrada principal del mercado “José María Morelos y Pavón”, centro de abasto que se inauguró el 16 de septiembre de 1930 y que por encontrarse en barrio de El Alto, los poblanos siempre lo han llamado mercado El Alto.
De forma individual, en tríos o en grupos de mariachis, los intérpretes arribarán a esos sitios este 22 de noviembre, para dejar arreglos florales y agradecer un año más de vida a su santa patrona Santa Cecilia, a la cual le realizarán una misa y le entonarán sus mejores canciones.
En tanto que el Sindicato de Músicos la celebraron desde el pasado domingo con un festejo masivo en el que participaron 60 grupos, quienes dieron un concierto de manera gratuita en el Paseo Bravo los días 20 y 21 de noviembre.
El secretario de Músicos Poblanos Unidos, Gerardo Corte Ramírez, precisó que después de dos años interrumpidos por la pandemia se retomó esta fiesta de músicos que concluyó a las 24:00 horas con la interpretación de las mañanitas a Santa Cecilia.
¿Quién fue Santa Cecilia?
Fue en el año 1594 cuando Santa Cecilia fue nombrada Patrona de la Música por el Papa Gregorio XIII. Desde ese momento, cada 22 de noviembre, día de su fallecimiento, se celebran festivales musicales en diferentes partes del mundo, tradición que continúa hasta la actualidad.
Se dice que Cecilia, nacida en el siglo VI, provenía de una familia noble de Roma y solía hacer penitencias, además consagró su virginidad a Dios, pero su padre la obligó a casarse con un noble pagano de nombre Valeriano. Se dice que durante el casamiento, ella le contó sobre su consagración a Dios.
Cuando los recién casados se encontraban en la habitación, la mujer le dijo a su esposo:
«Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí».
La historia señala que cuando el esposo fue a ver a su amada, vio a un ángel de pie junto a Cecilia. Hecho que hizo que el Papa Urbano visitara la casa de los recién casados y al constatar el milagro bautizó a 400 personas.
Al ver la popularidad de los cristianos, las autoridades romanas los condenaron a muerte. Santa Cecilia imponiéndose a la muerte por asfixia, que consistía en quemar leña al interior de la casa del condenado y así muriera por la ingesta de dióxido de carbono. Pero sobrevivió, se dice que lo hizo mientras cantaba y hacía música con sus instrumentos para alabar a Dios.
Al no poder cumplir con su condena, las autoridades llamaron a un verdugo para que le cortara la cabeza. La historia dice que este dejó caer tres veces su hacha sobre ella sin conseguirlo, con lo que huyó despavorido abandonando a la joven ensangrentada pero viva.
Las heridas le permitieron vivir tres días más, hasta que falleció el 22 de noviembre. Se dice que en sus días de agonía, cientos de cristianos fueron a visitarla, lo que aumentó más la fe de los católicos.
Al morir sus restos fueron colocados en una cripta por el Papa Urbano en Roma, donde músicos y poetas aumentaron su fe en la Santa benefactora.
Para 1594, El Papa Gregorio XIII, la nombró patrona de los músicos porque había demostrado una atracción hacia los acordes de los instrumentos.
Desde 1695 en Edimburgo se comenzó a celebrar a la música; de esta manera le siguieron otros países como Francia, España, Alemania, entre otros y fue hasta el siglo XX cuando la fe en Santa Cecilia llegó a Latinoamérica.
CHM